El secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, expresó este viernes su firme rechazo a la posibilidad de entablar negociaciones «sin fin» con Rusia en torno a un alto el fuego en Ucrania. En una rueda de prensa posterior a la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN en Bruselas, Rubio subrayó que el presidente Donald Trump no se involucrará en discusiones interminables con Moscú, e indicó que en las próximas semanas se conocerá si el Kremlin está realmente interesado en poner fin al conflicto.

El jefe de la diplomacia estadounidense destacó que el gobierno de EE.UU. ya ha dejado clara su postura: no están dispuestos a participar en conversaciones dilatorias. Según Rubio, las próximas acciones de Rusia determinarán si están comprometidos con la paz o si simplemente buscan ganar tiempo. «Sabremos pronto si son serios sobre la paz o si todo esto es solo una táctica dilatoria», aseguró.

Rubio reiteró que la administración Trump no caerá en la trampa de una negociación sin avances sustanciales, e indicó que si Rusia no muestra interés en llegar a un acuerdo de alto el fuego, EE.UU. tendrá que reconsiderar su enfoque. Aunque el secretario de Estado se mostró optimista sobre la posibilidad de alcanzar un pacto de paz, advirtió que el tiempo será crucial para determinar si se avanza en las conversaciones o si la situación se estanca aún más.

Presión aliada para una respuesta clara de Rusia

Mientras tanto, los aliados de EE.UU. dentro de la OTAN han instado a aumentar la presión sobre Rusia para que se siente a negociar un acuerdo de paz en Ucrania. Durante la reunión en Bruselas, los ministros de Exteriores de Francia y Reino Unido, Jean-Noel Barrot y David Lammy, respectivamente, apuntaron que el presidente ruso Vladimir Putin sigue siendo el principal obstáculo para lograr el cese de las hostilidades. Ambos líderes criticaron que Putin aún no haya respondido de manera positiva a la propuesta de alto el fuego presentada por Washington y Kiev hace tres semanas.

Por su parte, la ministra de Exteriores de Canadá, Melanie Joly, sugirió que se establezca un ultimátum para que Rusia se pronuncie sobre la oferta de paz. «Es esencial que Rusia tenga una postura clara sobre la propuesta. Si no responden, deben enfrentarse a consecuencias», declaró Joly.

¿Un alto el fuego en el corto plazo?

Aunque algunos aliados de EE.UU. insisten en la necesidad de una respuesta firme, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, optó por un enfoque más cauteloso, afirmando que la decisión está ahora en manos de Rusia. Rutte destacó su satisfacción con la manera en que Estados Unidos ha manejado las negociaciones hasta el momento, elogiando el papel del presidente Trump al romper el estancamiento diplomático.

Sin embargo, fuentes cercanas a la OTAN descartan la posibilidad de un alto el fuego en las próximas semanas, señalando que las tácticas dilatorias de Moscú dificultan cualquier avance. Además, no hay indicios de que las fuerzas rusas vayan a cesar sus ataques militares en Ucrania, lo que aumenta las dudas sobre la disposición real de Putin para poner fin a la agresión.

Dentro de la OTAN se teme que el Kremlin busque vincular cualquier acuerdo de paz con concesiones de Occidente, como la retirada de sanciones internacionales o la rehabilitación de Rusia como una potencia mundial.

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