El gobierno de Estados Unidos elogió este viernes las medidas adoptadas por Panamá para mitigar la influencia de China en el Canal de Panamá y aplaudió la auditoría en curso sobre la gestión de los puertos en ambos extremos de la vía interoceánica. La valoración fue realizada por el subsecretario de Estado estadounidense, Christopher Landau, durante una llamada telefónica con el canciller panameño, Javier Martínez-Acha.

Según detalló la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, en un comunicado oficial, Landau subrayó la importancia de las acciones implementadas por Panamá para contrarrestar la influencia del Partido Comunista Chino (PCCh). Además, destacó el valor de la auditoría que el gobierno panameño ha iniciado sobre las concesiones de los puertos de Colón y Cristóbal, que están bajo la gestión del grupo hongkonés Hutchinson.

Este anuncio de la auditoría se produjo después de una visita a Panamá del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en febrero, durante la cual el presidente panameño, José Raúl Mulino, comprometió a su gobierno a revisar estas concesiones. La visita estuvo marcada por las tensiones diplomáticas, pues en ese entonces el presidente Donald Trump advirtió sobre la posibilidad de recuperar el control estadounidense sobre el Canal de Panamá debido al creciente uso de esta infraestructura por parte de China.

Poco después de esa visita, se alcanzó un acuerdo preliminar para que un grupo estadounidense, liderado por la firma BlackRock, asumiera una porción significativa de las participaciones en los puertos de Colón y Cristóbal, lo que fue recibido como un paso hacia la reducción de la influencia de Pekín en la región.

Reconocimiento a la cooperación panameña en la gestión migratoria

Durante la misma llamada, el subsecretario de Estado, Christopher Landau, también expresó su agradecimiento por la estrecha cooperación de Panamá en el control de los flujos migratorios hacia el norte. El Departamento de Estado destacó que gracias a los esfuerzos conjuntos, Panamá ha logrado reducir en un 98% el número de migrantes que atraviesan la peligrosa selva del Darién, que separa a Colombia de Panamá. Este logro ha sido clave para contener el aumento de flujos migratorios hacia los Estados Unidos, y se considera una muestra del compromiso de Panamá con la estabilidad regional y la seguridad.

Los esfuerzos de Panamá en ambos frentes—la contención de la influencia extranjera en el Canal y la gestión de la crisis migratoria—han sido reconocidos por la administración estadounidense como fundamentales para la cooperación bilateral entre ambos países en temas de seguridad, comercio y política internacional.

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