La asociación civil Más Igualdad Perú, respaldada por 414 expertos en salud mental y 176 representantes de organizaciones LGBTIQ+ y defensores de derechos humanos, ha remitido una carta al Ministro de Salud, César Vásquez, en rechazo a un decreto que etiqueta la diversidad de género y sexualidad como una enfermedad.
El comunicado insta a revocar la inclusión de la población trans en la sección de «trastornos mentales y del comportamiento» de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades (CIE-10), argumentando que tal clasificación alimenta el estigma y empeora las condiciones de una minoría ya vulnerable a la discriminación.
«Es preocupante y peligroso utilizar un documento que emplea categorías desactualizadas de diagnóstico, las cuales tanto la OMS como otros organismos de salud mental internacionales han señalado como patologizantes y no representativas de la realidad científica y social de las personas diversas en términos de género y sexualidad», enfatiza el documento.
En lugar de ello, se propone la adopción del CIE-11, revisado por última vez en 2018 por la OMS, que excluye varias categorías que contribuyen a la patologización de la comunidad LGBTIQ+. Los firmantes también critican la falta de propuestas de acción concretas en el reciente comunicado del Ministerio de Salud, especialmente porque «abre la puerta a las mal llamadas ‘terapias de conversión'».
A pesar de que el Ministerio de Salud ha destacado que el CIE-10 sigue siendo válido en Perú hasta que se inicie la implementación gradual del CIE-11, la comunidad médica y los activistas cuestionan que las directrices y protocolos de esta cartera no distingan claramente entre el uso del CIE-10 y el CIE-11.
«Esto demuestra que no se ha llevado a cabo una actualización de las categorías de diagnóstico ni el uso de manuales clínicos conforme a los estándares internacionales, poniendo en riesgo no solo a la población diversa en términos de género y sexualidad, sino a todas aquellas personas que requieran atención médica o de salud mental», recalca la carta.
«Esto brinda una herramienta a aquellos que, incluso sin darse cuenta, nos consideran fenómenos o enfermos. Ahora pueden argumentar que el Estado, a través del Ministerio de Salud, respalda esta percepción. Esta situación, a su vez, facilita la proliferación de más casos de vulnerabilidad y discriminación, los cuales ya son una realidad en hospitales y centros de salud», señaló un representante en RPP.
Según un estudio llevado a cabo por Más Igualdad, aproximadamente el 40% de las personas LGBTIQ+ encuestadas fueron sometidas a prácticas de conversión, consideradas por la Organización Panamericana de la Salud y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como formas de tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Desde que la Asociación Americana de Psiquiatría eliminó la homosexualidad del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM) en 1973, y su posterior exclusión por parte de la OMS en 1990, varios organismos internacionales de salud han adoptado posturas en contra de la patologización de la diversidad sexual y los intentos por modificarla.