El Salvador está dando pasos hacia la exploración de la energía nuclear de torio como una alternativa para asegurar un futuro energético más sostenible y prometedor. Según John Kutsch, director de la Alianza de Energía de Torio, el país centroamericano tiene el potencial de convertirse en el «Dubai de América Central» si lleva a cabo con éxito su plan de inversión en energía nuclear basada en torio, una fuente más segura y accesible en comparación con el uranio.

El director de la Escuela de Física de la Universidad de El Salvador, Rafael Gómez Escoto, respaldó la viabilidad del proyecto, explicando que el torio, a diferencia del uranio, produce menos desechos radiactivos y presenta menores riesgos en su manejo. El acuerdo con la Alianza de Energía de Torio fue firmado en marzo de 2023, marcando un hito en los esfuerzos del país por diversificar sus fuentes energéticas y reducir su dependencia de los combustibles fósiles.

Kutsch, en un artículo publicado en “Nuclear Newswire”, cuestionó si El Salvador podrá superar los desafíos que implica desarrollar un proyecto nuclear en un país sin infraestructura previa en esta área. A pesar de ello, destacó que el progreso hasta ahora ha sido rápido y que los pasos dados son correctos. Según el experto, el éxito de esta iniciativa dependerá del «fuerte compromiso político» para sortear obstáculos sociales, políticos y técnicos, pero si se logra, las recompensas serán significativas.

El Salvador no solo podría garantizar una fuente de electricidad confiable y abundante, sino también generar nuevas oportunidades económicas, como el desarrollo de un mercado de combustibles industriales, la atracción de talento profesional, la creación de nuevas industrias y la posibilidad de posicionarse como un centro de medicina nuclear en la región. Además, esta iniciativa protegería al país de las fluctuaciones en los precios de los combustibles fósiles.

La Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) está evaluando si El Salvador cumple con los requisitos para desarrollar una planta nuclear, analizando factores como la disponibilidad de agua, la baja densidad poblacional, la ausencia de conflictos y la actividad sísmica en las posibles ubicaciones.

El Salvador también está evaluando proveedores de tecnología nuclear en países como Europa, Corea del Sur, Argentina y Estados Unidos, mientras avanza en la planificación de un reactor nuclear de investigación que podría estar operativo en 2030. Esta planta será clave para la capacitación de 400 especialistas en energía nuclear en los próximos siete años, lo que podría representar una transformación significativa en la formación técnica del país.

Este ambicioso proyecto posiciona a El Salvador como un actor emergente en el ámbito de la energía nuclear, con el potencial de revolucionar la industria energética de la región.

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