La Corte Suprema de Estados Unidos, de mayoría conservadora, emitió un fallo el miércoles en contra de una orden del presidente Donald Trump que buscaba congelar aproximadamente $2,000 millones en pagos a organizaciones de ayuda internacional. En su primera decisión adversa hacia una medida del presidente, el tribunal votó 5 a 4 para confirmar una sentencia de un tribunal inferior que obliga al gobierno a realizar los pagos contemplados en los contratos en vigor.
Los magistrados del tribunal máximo señalaron que el juez federal que ordenó a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y al Departamento de Estado restablecer los pagos debe aclarar qué obligaciones específicas debe cumplir el gobierno de acuerdo con los contratos, pero rechazaron la congelación de los fondos.
El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, junto con la jueza Amy Coney Barrett, designada por Trump, votaron a favor de la medida, sumándose a los tres jueces liberales. Por otro lado, el magistrado Samuel Alito, apoyado por otros tres jueces conservadores, expresó su desacuerdo con el fallo. En su escrito de disconformidad, Alito argumentó que un solo juez de un tribunal de distrito, que podría carecer de jurisdicción, no debería tener la potestad de obligar al gobierno a desembolsar una cantidad tan considerable de dinero proveniente de los contribuyentes.
«La respuesta a esa pregunta debería ser un rotundo ‘No'», subrayó Alito, visiblemente sorprendido por la decisión mayoritaria del tribunal.
El juez Amir Ali, designado por el presidente Joe Biden, había dictaminado el mes pasado una prohibición que impedía suspender, pausar o bloquear los fondos de ayuda exterior que la administración Trump había intentado congelar.
Recortes en la Ayuda Exterior: Objetivo de Trump
La medida de Trump se inscribe dentro de su enfoque de recortar el gasto federal, particularmente en el área de la ayuda exterior. El presidente ha manifestado su intención de reducir el presupuesto de la USAID, una agencia clave en la provisión de ayuda humanitaria y programas de salud en más de 120 países. Trump ha criticado abiertamente a la USAID, calificándola de «dirigida por lunáticos radicales», mientras que su nueva mano derecha, Elon Musk, ha sido aún más duro al catalogarla como una «organización criminal».
A pesar de los esfuerzos de Trump para cortar los fondos destinados a la ayuda internacional, la Corte Suprema ha respaldado la necesidad de cumplir con los acuerdos y los compromisos ya establecidos por el gobierno de EE.UU., dejando en evidencia la oposición judicial a los intentos de modificar estos programas sin un proceso adecuado.