La Royal Society, una de las academias científicas más prestigiosas del mundo, desestimó el lunes una solicitud firmada por más de 3,400 científicos, incluidos varios premios Nobel, que pedía la expulsión de Elon Musk. A pesar de la petición, el multimillonario sigue figurando como miembro de la institución en su sitio web.

Fundada en 1660, la Royal Society cuenta con alrededor de 1,800 miembros, entre los cuales 85 han recibido el Premio Nobel, y ha sido hogar de figuras históricas como Isaac Newton y Albert Einstein. Tras la reunión en Londres, la institución no mencionó específicamente a Musk en su comunicado, pero expresó preocupación por la situación de algunos colegas en Estados Unidos que enfrentan posibles despidos debido a los recortes presupuestarios en investigación.

El comunicado también destacó que los más de 150 miembros presentes coincidieron en la necesidad de intensificar los esfuerzos para proteger tanto la ciencia como a los científicos, quienes actualmente enfrentan múltiples amenazas. Esta declaración se produjo poco después de que, en febrero, una carta destacada pidiera la expulsión de Musk de la Royal Society. Musk, reconocido por su trabajo en SpaceX y Tesla, se unió a la institución en 2018.

La carta que solicitaba su expulsión lo acusaba de ser un «difusor activo de noticias falsas», especialmente en relación con el COVID-19, las vacunas y otros temas críticos. Esta situación se ha visto recientemente agravada por su nombramiento como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental en Estados Unidos (DOGE).

Geoffrey Hinton, Premio Nobel de Física en 2024 y pionero en inteligencia artificial, fue uno de los firmantes que apoyó la expulsión de Musk, argumentando que su comportamiento estaba perjudicando gravemente a las instituciones científicas en Estados Unidos.

En respuesta a las críticas, Musk recurrió a su plataforma X para atacar a Hinton, afirmando que «solo a los tontos, cobardes e inseguros les importan los premios y membresías», y calificó los comentarios de Hinton como «ignorantes, crueles y falsos».

A pesar de la controversia, la Royal Society no modificó su postura y Musk continúa siendo miembro de la institución.

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