El presidente de Argentina, Javier Milei, ha tomado medidas firmes para combatir la criminalidad en su país, inspirándose en el enfoque adoptado por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. En su última intervención ante el Congreso, Milei presentó un conjunto de reformas legales que incluyen modificaciones al Código Penal para endurecer las penas carcelarias y procesar como adultos a menores de edad que cometan crímenes graves.

En su discurso del pasado sábado, durante la 143° Apertura de Sesiones Ordinarias del Congreso de la Nación, Milei expresó: «Necesitamos elevar los costos -penas- para quienes delinquen, por eso necesitamos aprobar la Ley de baja edad e imputabilidad para quienes son suficientemente conscientes para cometer crímenes de adultos, paguen las consecuencias de sus actos como adultos». Estas palabras acompañaron su propuesta para bajar la edad mínima de imputabilidad a 14 años, un cambio significativo respecto a la ley vigente desde 1980, que establece que los menores de 16 años no pueden ser procesados por delitos graves.

La propuesta de Milei busca aumentar la severidad de las penas para aquellos que cometan delitos, particularmente aquellos que involucran a menores de edad, un tema que ha cobrado relevancia tras el asesinato de Kim Gómez, ocurrido el 25 de febrero, en el que dos menores robaron el vehículo de su madre y luego arrastraron a la víctima durante varias cuadras. Este crimen ha generado gran indignación en la sociedad argentina, siendo uno de los casos que Milei citó como ejemplo de la necesidad de reformar el sistema judicial para hacer frente a la criminalidad.

Además de las reformas al Código Penal, el presidente argentino ha anunciado que su equipo trabaja en la creación de una normativa de Seguridad Nacional, que proporcionaría nuevas herramientas legales para las fuerzas de seguridad e inteligencia, con el objetivo de perseguir y desarticular organizaciones criminales. Esta iniciativa refleja su compromiso con una política de seguridad más agresiva y enfocada en la protección de los ciudadanos.

A principios de febrero, el Congreso aprobó también un proyecto de ley contra las mafias, que busca penalizar con mayor dureza a las organizaciones criminales, similar a las acciones emprendidas en Estados Unidos y El Salvador, donde se han tomado medidas severas contra las pandillas y estructuras criminales.

Con estos nuevos enfoques, Milei está dando un paso decidido hacia la implementación de políticas más estrictas para enfrentar la delincuencia, tomando inspiración de modelos de seguridad aplicados en otros países, como el de El Salvador. La respuesta del Congreso y la sociedad argentina ante estas reformas será clave para determinar su efectividad en el combate contra la criminalidad en el país.

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