La amenaza de Donald Trump de imponer aranceles del 25 % a los productos de Canadá y México el 1 de febrero ha generado una gran incertidumbre, y la pregunta sobre si cumplirá con su anuncio se mantiene en el aire. A pesar de que ambos países están protegidos teóricamente por el acuerdo de libre comercio T-MEC, Trump ha dejado en claro que tomará decisiones de último minuto, especialmente en lo que respecta a los aranceles sobre el petróleo de estos países.

El impacto potencial de estas medidas podría ser significativo. Según Oxford Economics, la economía estadounidense perdería 1.2 puntos porcentuales de crecimiento, mientras que México podría enfrentar una recesión. Canadá también se vería afectada, con una posible contracción del 3.6 % en su PIB. El profesor Wendong Zhang, de la Universidad de Cornell, explicó que, aunque el golpe para Estados Unidos no sería tan grave, Canadá y México experimentarían una desaceleración económica considerable.

Trump, que durante su campaña presidencial mencionó su deseo de imponer aranceles elevados a los productos importados, ha utilizado los gravámenes como una herramienta para presionar en las negociaciones y obtener concesiones, especialmente en temas relacionados con el flujo de drogas y migrantes hacia Estados Unidos. Su secretario de Comercio, Howard Lutnick, lo calificó como un «acto de política interna» destinado a forzar a los países vecinos a cerrar sus fronteras.

Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum expresó su optimismo al afirmar que no cree que los aranceles se materialicen, aunque aseguró que el país tiene un plan en caso de que ocurran. La preocupación se centra principalmente en el sector agrícola, que depende en gran medida de las exportaciones a Estados Unidos. En Canadá, las tensiones sobre los aranceles han intensificado la crisis política, y la dimisión del primer ministro Justin Trudeau refleja la presión que enfrenta el gobierno canadiense.

En ambos países, las autoridades están trabajando rápidamente en posibles soluciones para evitar que los aranceles se implementen. Sin embargo, el espectro de las sanciones sigue generando incertidumbre en la región, mientras el gobierno estadounidense mantiene la amenaza latente.

Este escenario recuerda a las tensiones recientes entre Washington y Bogotá, cuando Colombia se resistió a permitir aviones militares con migrantes expulsados, lo que llevó a Trump a anunciar sanciones, incluidas amenazas de aranceles.

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