La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó este martes un proyecto que declara «persona non grata» a nueve expresidentes latinoamericanos pertenecientes a la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA). Esta decisión se toma de manera unánime y en respuesta a la intención de estos exmandatarios de asistir a la ceremonia de toma de posesión presidencial de Nicolás Maduro el próximo 10 de enero de 2025.
El proyecto, que refleja el rechazo oficial a las acciones de los expresidentes, menciona específicamente a los siguientes exmandatarios: Andrés Pastrana (Colombia), Mario Abdo Benítez (Paraguay), Vicente Fox y Felipe Calderón (México), Jorge Quiroga (Bolivia), Ernesto Pérez Balladares y Mireya Moscoso (Panamá), Laura Chinchilla (Costa Rica) y Yamil Mahuad (Ecuador).
El texto aprobado por la Asamblea Nacional venezolana considera que las declaraciones de estos expresidentes son «nefastas e injerencistas», argumentando que su presencia en el país tiene como fin entorpecer la toma de posesión del presidente Nicolás Maduro, quien asumirá su tercer mandato consecutivo tras las elecciones presidenciales de finales de julio de 2024.
En el proyecto se resalta que Venezuela es un país «libre, soberano e independiente», comprometido con su Constitución y el Derecho Internacional, y subraya que las declaraciones de los exmandatarios violan principios fundamentales de soberanía y autodeterminación. Además, se hace un llamado a la expulsión inmediata de los expresidentes si intentan ingresar al país, acusándolos de «continuar con su frustrada agenda de agresión» contra el gobierno venezolano.
La tensión creció después de que Andrés Pastrana confirmara su intención de acompañar al excandidato opositor Edmundo González en la ceremonia de toma de posesión de Maduro en Caracas. La oposición, por su parte, sigue cuestionando la legitimidad de la reelección de Maduro, reclamando la presentación de las actas que sustenten el resultado de las elecciones.
La medida adoptada por la Asamblea Nacional se da en el contexto de un país polarizado políticamente, donde el oficialismo defiende la victoria de Maduro, mientras que sectores de la oposición, tanto dentro como fuera de Venezuela, se niegan a reconocer su mandato y solicitan un cambio de liderazgo.