Un total de 73 conductores han sido detenidos en El Salvador desde la implementación de las nuevas reformas a la Ley de Tránsito, que prohíben la conducción bajo los efectos de cualquier cantidad de alcohol, informó este miércoles el ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez Herrera.
El funcionario detalló que, desde la entrada en vigor de las reformas el 1 de diciembre, un total de 206 conductores han sido capturados por conducir bajo la influencia del alcohol. «Más de 73 personas han sido detenidas específicamente bajo las nuevas leyes que sancionan la conducción con cualquier cantidad de alcohol», indicó Rodríguez.
Cero tolerancia al alcohol al volante
El gobierno continúa difundiendo ampliamente la prohibición de la conducción peligrosa, especialmente a los visitantes extranjeros. Nelson Reyes, viceministro de Transporte, destacó la importancia de que tanto salvadoreños como extranjeros respeten las nuevas normativas. «Hay cero tolerancia a la ingesta de alcohol. Este mensaje ha sido transmitido de manera extensa. En los puntos de Migración y Extranjería se está informando a los visitantes internacionales sobre estas nuevas medidas», dijo Reyes.
El viceministro agregó que, así como los salvadoreños se ajustan a las normativas cuando viajan al extranjero, los turistas y residentes extranjeros deben acatar las leyes del país. «Los extranjeros también tienen que ceñirse a estas normativas», subrayó.
Controles antidoping y medidas severas
En un control realizado en La Joya, sobre la carretera al Puerto de La Libertad, las autoridades reportaron la detención de dos personas, una de ellas con 176 miligramos de alcohol por decilitro de aire espirado, un nivel significativamente alto. «Es una irresponsabilidad», comentó el ministro Rodríguez tras la captura, refiriéndose a un conductor de microbús que viajaba con 10 pasajeros.
Según las reformas, los conductores detenidos por primera vez por conducir con alcohol en su sistema son multados con $150, se les suspende la licencia por 12 meses, y su vehículo es puesto a disposición de la Policía de Tránsito. Además, enfrentan un proceso judicial por el delito de conducción peligrosa, que conlleva penas de entre 2 y 5 años de prisión.
Después de una detención administrativa, que puede durar hasta 72 horas dependiendo de la decisión judicial, los conductores pueden ser sometidos a medidas sustitutivas a la prisión.