Después de meses de mantenerse al margen del juicio penal contra el expresidente Donald Trump, la campaña de Biden decidió intervenir organizando una conferencia de prensa fuera del tribunal donde se llevaban a cabo los alegatos finales. El evento, que contó con la aparición sorpresa del actor Robert De Niro como portavoz de la campaña, tenía como objetivo destacar la importancia de la elección de noviembre y la amenaza que representa Trump para la democracia.

De Niro, conocido por sus críticas a Trump, expresó su preocupación por el regreso del expresidente a la Casa Blanca, advirtiendo sobre la pérdida de libertades y el riesgo de enfrentamientos civiles si Trump vuelve al poder. Acompañado por dos policías agredidos durante la insurrección del 6 de enero, De Niro enfatizó la necesidad de enfrentar la retórica divisiva y autoritaria de Trump.

La conferencia de prensa marcó un cambio en la estrategia de la campaña de Biden, que anteriormente había evitado politizar el juicio contra Trump. Sin embargo, con la conclusión del juicio, la campaña planea intensificar sus esfuerzos para presentar a Trump como una amenaza para la democracia, especialmente de cara al debate presidencial del 27 de junio.

Los representantes de la campaña de Trump respondieron a la conferencia de prensa con críticas, calificando a De Niro como un «actor acabado» y desestimando el juicio como «una completa basura». A pesar de las objeciones del equipo de Trump, la campaña de Biden planea continuar destacando los riesgos de un eventual regreso de Trump al poder.

La participación de De Niro en la conferencia de prensa fue parte de un esfuerzo coordinado de la campaña de Biden para alertar a los votantes sobre los peligros del liderazgo de Trump. La campaña también planea reclutar a policías que trabajaron en el Capitolio el 6 de enero para que hagan campaña por Biden en los estados más disputados en las próximas semanas.

En última instancia, la campaña de Biden espera transmitir un mensaje claro sobre la amenaza que representa Trump para la democracia y los derechos fundamentales de los estadounidenses, independientemente del resultado del juicio. Con la intensificación de la campaña electoral, Biden y su equipo están decididos a presentar un caso convincente contra el expresidente y movilizar a los votantes para que se opongan a su regreso al poder.

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