Más de 2,2 millones de niñas en Afganistán permanecen privadas de la educación debido a las restricciones impuestas por el régimen talibán, alertó este miércoles UNICEF. La directora ejecutiva del organismo, Catherine Russell, indicó que la prohibición de que las adolescentes asistan a clases más allá del sexto grado ha generado una de las crisis educativas más graves del mundo.
Russell advirtió que la situación podría empeorar con el regreso de miles de afganos deportados desde países vecinos. La funcionaria destacó la importancia de la educación femenina, especialmente en un contexto de estricta segregación de género que limita la participación de hombres en labores humanitarias: “Las niñas son esenciales para la respuesta en salud, servicios sociales y otras áreas donde los trabajadores varones no pueden intervenir directamente”, señaló.
La directora de UNICEF lamentó que mientras millones de niños en el mundo regresan a clases, las niñas afganas continúan privadas de este derecho básico, calificándolo como “una de las injusticias más graves de nuestro tiempo”. Además, subrayó que la exclusión educativa conlleva consecuencias emocionales y sociales, incluyendo un aumento de matrimonios forzados, problemas de salud mental y elevadas tasas de natalidad.
Russell hizo un llamado al régimen talibán para que revierta la medida y permita que las niñas retomen su educación, calificando la prohibición como “devastadora” tanto para las menores como para el futuro del país.