El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este martes que enviará tropas de la Guardia Nacional a Chicago y Baltimore, a pesar de la oposición de los gobernadores demócratas de ambos estados, J.B. Pritzker y Wes Moore.
“Lo vamos a hacer de todos modos. Tenemos el derecho de hacerlo, porque tengo la obligación de proteger este país, y eso incluye a Baltimore”, afirmó Trump desde la Casa Blanca. El mandatario calificó a Chicago como un “infierno vivo” y justificó la medida citando cifras de violencia locales, aunque no precisó fechas para el despliegue.
La decisión ocurre días después de que Trump militarizara las calles de Washington D.C., asumiendo el control del Departamento de Policía Metropolitana bajo el argumento de un “crimen fuera de control”. Sin embargo, las estadísticas oficiales muestran que la capital registra su tasa de homicidios más baja en tres décadas.
El gobernador Pritzker había advertido que la intención del presidente equivalía a militarizar Chicago, mientras que el jefe de sector de la Patrulla Fronteriza informó recientemente sobre la movilización de agentes de otros estados hacia la ciudad.
Desde que Trump inició la intervención federal en la capital, más de 1.650 personas han sido arrestadas, según datos de la Casa Blanca.