Este domingo, Ecuador se enfrenta a una crucial segunda vuelta electoral que definirá su rumbo político en los próximos años. En la contienda se encuentran el actual presidente, Daniel Noboa, respaldado por Estados Unidos, y la correísta Luisa González, quien busca un giro hacia la izquierda y un retorno a una postura “antiimperialista”.

Desde que el correísmo perdió el poder en 2017, Ecuador ha trabajado en la reconstrucción de relaciones con Estados Unidos, alcanzando el mejor nivel de cooperación en dos décadas. Con Noboa, nacido en Miami, la alianza con EE. UU. se ha profundizado, especialmente en áreas como la lucha contra el crimen organizado, con el apoyo estadounidense para interceptar «narcolanchas» y proporcionar equipamiento militar. En este contexto, Noboa ha propuesto incluso reformar la Constitución para permitir el retorno de bases militares extranjeras, como la que EE. UU. tuvo en Manta hasta 2009.

Conexión con Trump y tensión con México

Noboa ha forjado una relación cercana con el expresidente estadounidense Donald Trump, a quien apoyó públicamente y con quien se reunió en 2023 en Mar-a-Lago. Esta cercanía también se reflejó en su postura frente a grupos criminales internacionales, como el Tren de Aragua, al que calificó como «terrorista». Sin embargo, su gobierno también se ha visto envuelto en controversias diplomáticas, como el conflicto con México por la detención del exvicepresidente Jorge Glas, lo que derivó en una grave crisis que afectó las relaciones con varios países de la región, incluido Venezuela.

Luisa González: retorno a la izquierda y la diplomacia latinoamericana

Por su parte, Luisa González, candidata de la Revolución Ciudadana, ha prometido restablecer relaciones diplomáticas con México y Venezuela, países con los que Ecuador se distanció bajo la administración de Noboa. González, identificada con el correísmo, ha señalado que de ser elegida presidenta, otorgará asilo a Jorge Glas y reconocerá a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, una postura que contrasta con la de Noboa, quien apoya a la oposición venezolana.

Además, González se perfila como una líder alineada con otros presidentes de izquierda en la región, como Lula Da Silva (Brasil), Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia) y Yamandú Orsi (Uruguay). Bajo su gobierno, Ecuador podría distanciarse de Estados Unidos y acercarse más a China, con la que recientemente firmó un tratado de libre comercio, además de haber mantenido estrechas relaciones durante el mandato de Rafael Correa.

El futuro de Ecuador

Con estos contrastes, la segunda vuelta electoral en Ecuador no solo definirá la política interna del país, sino también su posición en el escenario internacional. Mientras que Noboa promete continuar con la alineación estratégica con Estados Unidos, González podría marcar un regreso a la diplomacia de izquierda y un reencuentro con aliados como México y Venezuela. La elección de este domingo podría significar un cambio fundamental en la dirección política, económica y diplomática de Ecuador.

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