El Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció que se llevará a cabo una reestructuración en la ayuda exterior del país, con el objetivo de reducir la dependencia a largo plazo y fomentar la autosuficiencia en los países beneficiarios. En una entrevista con Donald Trump Jr., Rubio reveló que los programas de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) serán reducidos de 6,000 a 900, y gestionados directamente por el Departamento de Estado.

“Queremos apoyar a los países en lo que generalmente necesitan, como seguridad, para que se vuelvan autosuficientes y no dependan de la ayuda exterior en el futuro”, expresó Rubio. En este sentido, subrayó que no se debe permitir que los programas de ayuda se perpetúen durante décadas, como ocurre con algunos que llegan a durar hasta 25 años. Esto, según el Secretario de Estado, es una señal de que no se ha logrado el propósito original de esos programas.

El enfoque del gobierno de Trump será asegurar que cada dólar gastado en ayuda exterior logre uno de tres objetivos: fortalecer a Estados Unidos, hacerlo más próspero o más seguro. Rubio también manifestó su rechazo a destinar recursos a “políticas internas de extrema izquierda” y criticó el “complejo industrial de ayuda exterior”, refiriéndose a las organizaciones no gubernamentales y a los subcontratistas involucrados en la distribución de la ayuda.

Reducción de la ayuda a El Salvador y otros países

Durante casi 24 años, la USAID ha desembolsado más de $1,585 millones a El Salvador, de un total de $2,780 millones proporcionados por todas las agencias estadounidenses de ayuda. Sin embargo, los nuevos lineamientos buscan redirigir la ayuda de manera más eficiente y enfocada en los intereses de Estados Unidos.

El desglose de los desembolsos más recientes, correspondientes al año fiscal 2023, revela que los sectores que recibieron mayores cantidades fueron el gobierno y la sociedad civil, con $51.8 millones; los gastos de operación, con $21.3 millones; y la respuesta a emergencias, con $14.9 millones, entre otros.

Rubio también mencionó que parte de la reestructuración será remitida al Departamento de Justicia para su análisis, especialmente en relación con la posible implicación de fondos en actividades políticas internas.

Este cambio busca asegurar que la ayuda externa se utilice de manera más estratégica, priorizando la autosuficiencia de los países beneficiarios y reduciendo la dependencia a largo plazo.

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