Rodeado de mineros vestidos con su equipo de trabajo, el presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó este martes varias órdenes ejecutivas destinadas a expandir la industria minera y fortalecer el sector del carbón en el país. La ceremonia se llevó a cabo en el Salón Este de la Casa Blanca, donde Trump calificó sus acciones de «audaces», asegurando que estaban poniendo fin a lo que él describió como una «guerra» contra el carbón limpio, emprendida por las administraciones de Barack Obama y Joe Biden.
«Estamos poniendo fin a la guerra de Joe Biden contra el carbón limpio y hermoso. Y no fue solo Biden, también fue Obama», afirmó Trump, rodeado de más de una veintena de mineros con cascos blancos y ropa de trabajo con bandas fluorescentes amarillas, a quienes llamó «grandes patriotas estadounidenses». Los mineros respondieron con aplausos y gestos de aprobación.
Las nuevas órdenes ejecutivas buscan potenciar la producción energética basada en combustibles fósiles y desmantelar las regulaciones medioambientales impuestas por administraciones previas. Según el mandatario, las órdenes instruirán a las agencias federales a tomar medidas para apoyar la industria del carbón, evitar el cierre de plantas que lo utilizan y permitir que las empresas accedan a tierras federales para nuevos proyectos mineros.
Uno de los aspectos clave de las órdenes es una «garantía» estructural que, según Trump, permitirá a las empresas mineras continuar operando sin importar el presidente en funciones, aunque no quedó claro cómo se implementará esta protección a largo plazo.
Además, una de las órdenes instruye al secretario de Energía, Chris Wright, a evaluar si el carbón utilizado en la producción de acero debe ser clasificado como un «mineral crítico». Esta medida es parte de un esfuerzo mayor para impulsar la producción nacional de minerales esenciales para diversas industrias, en un momento en que China domina el mercado de las tierras raras.
El carbón, tradicionalmente considerado un recurso abundante y no esencial para las tecnologías avanzadas, ha sido excluido por otros países, como Canadá y Australia, de las listas de minerales críticos. No obstante, Trump busca cambiar esa clasificación y potencialmente incluir al carbón en la misma categoría que el litio, el cobalto o el grafito, materiales cruciales para la fabricación de semiconductores, paneles solares y baterías de vehículos eléctricos.
La firma de estas órdenes llega en un momento clave para el sector energético de EE.UU., ya que la demanda de electricidad está experimentando un repunte significativo por primera vez en dos décadas, impulsada por el auge de los centros de datos y el creciente uso de inteligencia artificial. Según estimaciones de la consultora Grid Strategies, la demanda eléctrica en EE.UU. podría crecer un 16 % en los próximos cinco años, un aumento considerable para un sector que históricamente ha registrado incrementos inferiores al 1 % anual en las últimas dos décadas.