La congresista republicana María Elvira Salazar pidió este jueves al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, que se asegure de que las elecciones presidenciales de Honduras, programadas para el próximo 30 de noviembre, sean «libres y justas». En su misiva, Salazar expresó su preocupación por el «alto riesgo de fraude» en los comicios y advirtió sobre las implicaciones regionales que un proceso electoral cuestionado podría tener.
Salazar, quien tiene origen cubano, destacó que bajo la presidencia de Xiomara Castro y su esposo, el exmandatario Manuel Zelaya, Honduras ha experimentado lo que calificó como «un caos» en la gestión del país, comparando su estilo de gobierno con el del fallecido expresidente venezolano Hugo Chávez. En este contexto, la congresista hizo un llamado a Rubio para que garantice unas elecciones «limpias y transparentes», advirtiendo que la estabilidad del continente podría estar en juego.
«Si fracasamos a la hora de actuar, puede que tengamos que añadir un cuarto régimen rebelde a la troika comunista de Cuba, Venezuela y Nicaragua», enfatizó Salazar en su carta, refiriéndose a la situación política de la región.
Además, Salazar subrayó la importancia de evitar el fraude electoral y no permitir que el proceso sea «robado», ya que, según ella, la estabilidad en la región depende de unas elecciones hondureñas libres y legítimas. Esta solicitud llega tras las primarias del pasado 9 de marzo, cuyas irregularidades, como la llegada tardía del material electoral en diversos centros de votación en Tegucigalpa y San Pedro Sula, han puesto en duda la transparencia del proceso electoral.
El gobierno de Estados Unidos, por su parte, instó a los involucrados en las elecciones primarias a actuar con «responsabilidad» y a respetar el papel del Consejo Nacional Electoral (CNE) y las Fuerzas Armadas de Honduras mientras se finaliza el conteo de votos. Esta intervención subraya el creciente interés de Estados Unidos en que las elecciones hondureñas se desarrollen dentro de un marco de legalidad y justicia.
La misiva de Salazar refleja una creciente preocupación por el rumbo político en Honduras y pone de manifiesto el apoyo de Estados Unidos a la integridad democrática en América Latina.