Durante su discurso ante el Congreso, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, defendió su postura sobre la inmigración y solicitó fondos adicionales para llevar a cabo lo que él describió como “la mayor operación de deportación en la historia” del país. Trump subrayó que la eliminación de las amenazas relacionadas con la inmigración ilegal es una prioridad, asegurando que el Congreso debe aprobar su solicitud de financiación sin demora para que pueda convertirse en ley.

«Escucharon mis palabras y decidieron no venir», afirmó Trump al hacer referencia a la caída de los cruces ilegales de migrantes, subrayando que los cruces ilegales fueron los más bajos registrados, según sus cifras. El mandatario también recalcó que en respuesta a la crisis fronteriza, había declarado una emergencia nacional en la frontera sur con México, desplegando tanto a la patrulla fronteriza como al ejército estadounidense para hacer frente a lo que él describió como una «invasión» del país.

Solicita fondos para acelerar las expulsiones

Trump insistió en que su administración necesita más recursos para acelerar las expulsiones de migrantes indocumentados. Señaló que la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) enfrenta un déficit presupuestario que está ralentizando sus esfuerzos. “Los estadounidenses esperan que el Congreso me envíe esta financiación sin demora”, expresó el presidente.

Aunque Trump alardeó de la baja en los cruces ilegales, algunos analistas sostienen que es aún pronto para hacer conclusiones definitivas, ya que los flujos migratorios son cíclicos y no dependen únicamente del gobierno en turno.

Criticado por sus políticas migratorias

Sin embargo, las políticas de Trump siguen siendo objeto de controversia. Organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes han condenado su enfoque hacia la inmigración ilegal, afirmando que sus políticas afectan no solo a los criminales, sino a millones de personas que contribuyen positivamente a la economía del país. Nayna Gupta, directora del American Immigration Council, criticó las políticas de Trump al declarar que «infunden miedo» en las comunidades inmigrantes, señalando que más del 90% de los migrantes indocumentados no tienen antecedentes penales y desempeñan un papel crucial en el mercado laboral estadounidense.

En respuesta, el presidente estadounidense reiteró que su principal enfoque son aquellos migrantes con antecedentes penales, aunque diversos grupos opositores consideran que sus políticas abarcan a una gran parte de la población migrante sin distinción.

Nuevas propuestas para inmigrantes millonarios

Por otro lado, Trump también propuso una nueva medida orientada a atraer inmigrantes millonarios, a quienes les ofrecería un permiso de residencia especial o «tarjetas doradas» por un costo de 5 millones de dólares. A su juicio, esta medida podría contribuir a reducir la deuda del país al atraer a personas brillantes, trabajadoras y creadoras de empleo.

El discurso de Trump, aunque centrado en sus esfuerzos por frenar la inmigración ilegal y promover una política de expulsión de criminales, refleja una vez más su enfoque polarizador sobre el tema migratorio. Si bien la aprobación de los fondos solicitados por el presidente será crucial para el futuro de sus políticas de inmigración, las críticas por parte de las organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes continúan creciendo, especialmente en lo que respecta a los efectos negativos de sus medidas sobre las comunidades inmigrantes sin antecedentes penales.

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