El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó el martes que llegó el momento de que el país libere una «guerra contra los cárteles» de la droga mexicanos, a los que acusa de representar una amenaza directa a la seguridad nacional. En un discurso ante el Congreso, Trump reiteró su postura agresiva contra los grupos criminales que operan a lo largo de la frontera sur de EE. UU. y destacó que estos cárteles están causando una crisis debido al tráfico de drogas, particularmente el fentanilo, un potente opiáceo sintético.
«Los cárteles están librando una guerra contra Estados Unidos, y es hora de que Estados Unidos libre una guerra contra los cárteles», aseguró Trump, subrayando que estos grupos criminales tienen un «control total» sobre vastas áreas del territorio mexicano. Aseguró que los cárteles están involucrados en actos de violencia como asesinatos, violaciones y torturas, lo que representa, según él, una grave amenaza para la seguridad estadounidense.
El presidente de EE. UU. aprovechó su discurso para recordar que, bajo su administración, se designaron como organizaciones terroristas globales a seis cárteles mexicanos, incluidos los poderosos Cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. Estas designaciones han sido vistas como un paso hacia una mayor presión sobre México para combatir el crimen organizado.
Diplomacia agresiva en la lucha contra los cárteles
Trump también criticó a México y Canadá por, según él, no hacer lo suficiente para frenar el tráfico de drogas hacia Estados Unidos. En su discurso, destacó que el fentanilo es uno de los principales problemas y argumentó que México no está actuando con la suficiente firmeza para detenerlo, aunque mencionó que, bajo su política arancelaria, el país vecino había extraditado a 29 líderes de cárteles. Trump describió esta cooperación como una forma de «hacer felices a Estados Unidos», pero reiteró que ambos países deben hacer mucho más para frenar el tráfico de drogas.
Reacción de México y defensa de la soberanía
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió a las declaraciones de Trump, afirmando que sus comentarios eran una calumnia. «México siempre ha trabajado de manera coordinada con Estados Unidos, pero siempre respetando nuestra soberanía», señaló Sheinbaum, quien también subrayó que el país no negociará su soberanía bajo ninguna circunstancia.
A pesar de la postura crítica de Trump, México ha expresado su disposición a continuar con la cooperación bilateral, pero aclaró que la coordinación no implica subordinación ni injerencia. Recientemente, Sheinbaum ordenó el despliegue de 10,000 soldados en la zona fronteriza para combatir el narcotráfico y las actividades de los cárteles, reafirmando la soberanía de su país frente a cualquier intento de intervención militar.
Amenazas y posturas contradictorias
El gobierno de EE. UU. ha intensificado su retórica, advirtiendo a los cárteles que están «sobre aviso» y que, en caso de no frenar su actividad, podrían enfrentar una respuesta militar más contundente. Recientemente, el consejero de Seguridad Nacional de EE. UU., Mike Waltz, afirmó que la colaboración entre las autoridades de ambos países está aumentando, con patrullas conjuntas de las fuerzas mexicanas y estadounidenses en la frontera. Sin embargo, Marco Rubio, jefe de la diplomacia estadounidense, se mostró evasivo sobre el uso de la fuerza militar contra los cárteles, limitándose a decir que «depende de dónde se encuentren».
Por su parte, México mantiene su postura de no permitir ninguna invasión, y la presidenta Sheinbaum dejó claro que el país «no negociará su soberanía». Las tensiones continúan aumentando mientras ambos países discuten cómo enfrentar el crimen organizado en la frontera.
La situación en la frontera sur de EE. UU. sigue siendo un tema clave en la política estadounidense, con Trump insistiendo en que la guerra contra los cárteles es necesaria para proteger la seguridad nacional. Sin embargo, la respuesta de México deja claro que cualquier cooperación debe estar basada en el respeto mutuo y la soberanía nacional. La relación entre ambos países continuará siendo un tema delicado, mientras enfrentan desafíos en la lucha contra el narcotráfico y las organizaciones criminales transnacionales.