El presidente de Francia, Emmanuel Macron, subrayó el viernes en Oporto la necesidad de que Europa ofrezca “garantías de seguridad duradera” en caso de que se inicien negociaciones de paz con Rusia sobre el conflicto en Ucrania. En una rueda de prensa conjunta con el primer ministro portugués, Luís Montenegro, Macron destacó que cualquier proceso de paz debe incluir a Ucrania y que no puede haber acuerdos sobre el futuro del país sin la participación directa de los ucranianos.

“Si se negociara una paz por parte de los ucranianos, porque no hay paz que pueda afectar a Ucrania sin los ucranianos, tenemos que brindarles garantías de seguridad duradera”, afirmó Macron, haciendo hincapié en que Europa tiene la responsabilidad de apoyar a Ucrania para que pueda defenderse adecuadamente frente a las amenazas rusas.

El presidente francés también mencionó que Francia y el Reino Unido están trabajando en “soluciones muy concretas” para asegurar la seguridad de Ucrania, algo que será discutido en detalle durante la cumbre en Londres este domingo y en el Consejo Europeo programado para el 6 de marzo. Macron recordó que, desde el comienzo de la invasión rusa en febrero de 2022, Europa ha mantenido una postura unificada, proporcionando a Ucrania apoyo económico y militar y sancionando a Moscú. Según el mandatario, los países europeos han aportado el 60 % del esfuerzo de ayuda financiera y militar a Ucrania desde el inicio del conflicto.

Tensiones entre Trump y Zelensky: la difícil diplomacia de la paz

Mientras tanto, la relación entre el presidente ucraniano Volodimir Zelensky y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se volvió aún más tensa durante una reunión reciente en la Casa Blanca. Trump, junto con el vicepresidente J.D. Vance, instó a Zelensky a hacer «compromisos» en una posible tregua con Rusia, sugiriendo que Ucrania debería ceder en algunos aspectos para alcanzar un acuerdo de paz. Sin embargo, Zelensky rechazó cualquier concesión a Rusia, calificando al presidente Vladimir Putin de “asesino” y señalando las atrocidades cometidas por las fuerzas rusas durante la invasión, incluidos los crímenes de guerra y la deportación de niños ucranianos.

El tono de la conversación se intensificó cuando Vance reprendió a Zelensky por lo que consideró una falta de gratitud por el apoyo estadounidense. “Es una falta de respeto venir a la Oficina Oval y tratar de litigar esto frente a los medios”, dijo Vance, mientras Trump advirtió a Zelensky que no estaba en una posición favorable para continuar las negociaciones sin hacer concesiones. Trump también dijo que, si Ucrania no aceptaba un acuerdo, Estados Unidos podría retirarse del conflicto, lo que, según él, pondría en riesgo la estabilidad global.

Zelensky, por su parte, dejó claro que no estaría dispuesto a aceptar un acuerdo que no garantice la integridad territorial de Ucrania y la justicia para su pueblo. El encuentro culminó con la retirada de Zelensky sin firmar el acuerdo de cooperación sobre metales estratégicos, que había sido negociado durante semanas. Este acuerdo habría permitido a Estados Unidos acceder a minerales críticos en Ucrania, un componente importante para la reconstrucción del país en el futuro.

Trump, al final de la reunión, expresó que estaba dispuesto a recibir a Zelensky nuevamente, pero solo cuando estuviera “listo para la paz”. A través de sus redes sociales, Trump dijo que la reunión fue significativa y que había aprendido mucho de la conversación, aunque indicó que no buscaría una ventaja en las negociaciones, sino una solución pacífica.

Próximos pasos: Europa y el papel de Estados Unidos en la búsqueda de la paz

El conflicto diplomático entre Zelensky y Trump subraya las difíciles tensiones en torno a las negociaciones de paz, con el liderazgo europeo pidiendo garantías para la seguridad de Ucrania, mientras que Estados Unidos, bajo la presidencia de Trump, parece presionar para que Ucrania acepte compromisos, incluidos acuerdos con Rusia. Este choque de perspectivas se refleja también en las discusiones sobre el envío de tropas europeas a Ucrania, algo que está siendo discutido entre líderes como Macron y el primer ministro británico Keir Starmer, quienes buscan asegurar una paz duradera en Europa.

El desenlace de la guerra en Ucrania dependerá de la habilidad de los líderes internacionales para balancear sus intereses nacionales y las necesidades de Ucrania, al tiempo que se garantiza una paz que no favorezca a la agresión rusa ni ponga en riesgo la estabilidad de la región a largo plazo.

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