La Unión Europea (UE) acordó este miércoles su 16º paquete de sanciones contra Rusia en respuesta a la invasión de Ucrania, con medidas que se enfocan en el sector del aluminio ruso y en la denominada «flota fantasma», utilizada por Rusia para evadir las restricciones en sus exportaciones petroleras. El paquete aún debe ser ratificado por los ministros de Relaciones Exteriores del bloque, con la aprobación final prevista para el lunes, coincidiendo con el tercer aniversario del inicio de la ofensiva rusa.
Este nuevo conjunto de sanciones incluye la adición de 73 navíos cargueros a la lista de restricciones, medida que busca frenar eludir las sanciones relacionadas con el transporte de petróleo. Además, se contempla la desconexión de 13 bancos rusos del Sistema Global de Pagos Swift, así como la prohibición de la retransmisión en Europa de ocho medios de comunicación rusos, como parte de un esfuerzo más amplio para aislar al régimen de Vladimir Putin en diversos frentes económicos y mediáticos.
Este paquete de sanciones se aprueba en un contexto tenso, mientras que Estados Unidos y Rusia han iniciado contactos directos para tratar de poner fin al conflicto en Ucrania, sin la participación de Ucrania ni de la UE en las conversaciones hasta ahora. A pesar de la situación, los países de la UE siguen demostrando un fuerte apoyo a Ucrania, buscando reforzar su influencia en las negociaciones sobre el futuro del conflicto y posicionándose para un rol significativo en la mesa de diálogo, si se da la oportunidad.
Fuentes diplomáticas estadounidenses han reconocido que, en algún momento, la UE tendrá un papel clave en las conversaciones que definirán el destino de la guerra en Ucrania.