La noche del viernes, los diputados del partido Nuevas Ideas llevaron al pleno de la Asamblea Legislativa la primera reforma constitucional bajo el mecanismo rápido aprobado el 29 de abril de 2024 y ratificado el pasado 29 de enero de 2025. Esta reforma, que busca derogar el artículo 210 de la Constitución, fue presentada con el objetivo de eliminar la deuda política, un mecanismo de financiamiento destinado a los partidos políticos con base en los votos obtenidos en elecciones pasadas.
En su propuesta, los legisladores sostuvieron que el concepto de deuda política es «contradictorio», ya que implica que el Estado debe reconocer o retribuir a los partidos por los votos obtenidos en un evento electoral. Según los diputados, esta situación podría interpretarse como una oportunidad para que los funcionarios busquen un beneficio económico del Estado, lo que consideran inapropiado.
La reforma pasó a estudio de la Comisión Política, que se reunirá el próximo martes 11 de febrero para continuar con su análisis y evaluación. En paralelo, el Estado ha destinado $38 millones para financiar a los partidos políticos durante el año 2024, con Nuevas Ideas recibiendo $27 millones, Arena $2.7 millones, FMLN $2.5 millones y Gana $1.2 millones, según cálculos de la organización Acción Ciudadana.
Cabe recordar que, antes de la reforma aprobada en enero de este año, las reformas constitucionales en El Salvador debían ser votadas por dos legislaturas consecutivas, un proceso que requería un intervalo de tiempo para que los ciudadanos pudieran informarse adecuadamente. Sin embargo, la ratificación de la reforma al artículo 248 de la Constitución permitió que, a partir de enero, las reformas constitucionales puedan aprobarse en una sola votación.
La propuesta ha generado controversia en la oposición, que considera que la eliminación de la deuda política es solo un pretexto para «alterar» la Constitución salvadoreña.