La Casa Blanca informó que diez miembros de la banda venezolana Tren de Aragua fueron trasladados a la base militar de Guantánamo, Cuba, como parte de una operación del gobierno de Donald Trump contra la inmigración ilegal. Los vuelos que transportaron a los individuos llegaron a Guantánamo desde El Paso, Texas, según confirmó el Pentágono, que los describió como «extranjeros ilegales de alto riesgo». Sin embargo, no se ha especificado qué delitos se les imputan.
Este traslado se enmarca dentro de las políticas migratorias de la administración Trump, que han sido criticadas por su enfoque duro hacia la inmigración. Además de esta acción, el gobierno estadounidense ha revocado las políticas migratorias implementadas por su predecesor, Joe Biden. Trump ha ordenado también la preparación de instalaciones de detención para albergar a 30,000 migrantes, entre ellos «criminales» en situación irregular.
En cuanto a los miembros del Tren de Aragua, el gobierno venezolano, que no es reconocido oficialmente por Estados Unidos, ha aceptado recibir de vuelta a sus ciudadanos, incluidos los pandilleros que han sido expulsados del país norteamericano. Desde que Trump asumió la presidencia, más de 8,000 migrantes irregulares han sido detenidos, aunque algunos han sido liberados por razones como problemas médicos graves o por no representar una amenaza inmediata de expulsión.
La prisión de Guantánamo, conocida por su uso durante la «guerra contra el terrorismo» y la retención de prisioneros de guerra, solicitantes de asilo y refugiados, se convierte nuevamente en el destino para aquellos considerados de alto riesgo dentro de la actual estrategia migratoria del gobierno estadounidense.