El Ministerio de Relaciones Exteriores de China expresó este miércoles su «firme oposición» a los aranceles adicionales impuestos por Estados Unidos sobre todas las importaciones chinas, que entraron en vigor esta semana con una tasa del 10 %. En un contexto de creciente tensión, Pekín respondió con nuevas tarifas del 15 % sobre el carbón y gas natural de EE. UU., así como un 10 % adicional en productos como crudo y maquinaria agrícola.
La administración de Trump justificó los aranceles bajo el argumento de que China fomenta el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos, pero China refutó rotundamente esta acusación, defendiendo su estricta política antidrogas y asegurando que el origen del problema reside dentro de EE. UU.
El gobierno chino también reaccionó con medidas contra Google, abriendo una investigación por posibles violaciones antimonopolio y añadiendo empresas estadounidenses a una lista de «entidades no confiables». Pekín insistió en la necesidad de un diálogo comercial justo, advirtiendo que las políticas de represión contra las compañías chinas solo intensifican las tensiones.