La Casa Blanca anunció la noche del domingo que Colombia ha acordado aceptar a sus ciudadanos deportados de Estados Unidos en vuelos militares, tras la amenaza del presidente Donald Trump de imponer sanciones. Este acuerdo pone fin a una disputa que surgió cuando el presidente colombiano, Gustavo Petro, se negó a permitir el ingreso de aviones militares con colombianos deportados.
Según Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, el gobierno colombiano ha aceptado todos los términos establecidos por Trump, incluyendo la recepción sin restricciones de los inmigrantes ilegales colombianos que regresen desde Estados Unidos, incluso en aeronaves militares, y sin limitaciones ni demoras.
🚨The Government of Colombia has agreed to all of President Trump’s terms pic.twitter.com/mQocusSGOC
— Karoline Leavitt (@PressSec) January 27, 2025
«Con este acuerdo, las tarifas y sanciones que ya han sido redactadas se mantendrán en reserva, y no serán firmadas, salvo que Colombia no cumpla con este compromiso», señaló Leavitt en un comunicado. Además, destacó que las sanciones de visas emitidas por el Departamento de Estado y las inspecciones intensificadas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza seguirán vigentes hasta que el primer vuelo con deportados colombianos regrese a su país.
La disputa comenzó cuando Petro, el primer presidente de izquierda en Colombia, expresó su rechazo a los vuelos militares con deportados, proponiendo que su país aceptaría a los migrantes, pero «con dignidad», a bordo de aviones civiles. Esta postura enfureció a Trump, quien advirtió que el rechazo de los vuelos ponía en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos y anunció medidas como aranceles del 25%, restricciones de viaje y la revocatoria de visas a funcionarios colombianos.
Trump también amenazó con imponer inspecciones reforzadas a las aduanas y fronteras para los colombianos y sus mercancías, así como sanciones financieras y bancarias. La situación empeoró cuando Trump aseguró que los aranceles podrían aumentar hasta un 50% en la siguiente semana.
Ante estas amenazas, el gobierno colombiano cedió y aceptó los términos del acuerdo con Estados Unidos. El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, declaró que el país «da por superado el impasse» y aseguró que seguirán recibiendo a los colombianos deportados.
Por su parte, Leavitt subrayó que los eventos recientes han dejado claro que Estados Unidos «es nuevamente respetado» en el ámbito internacional, gracias a las decisiones tomadas por la administración Trump.