En su primer discurso oficial como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump sorprendió a la nación al anunciar que el Golfo de México será renombrado como el «Golfo de Estados Unidos».
Durante su discurso, Trump destacó su compromiso con la restauración del prestigio y la supremacía global de Estados Unidos, asegurando que «Estados Unidos recuperará el lugar que le corresponde como la nación más grande, más poderosa y más respetada de la Tierra, inspirando el asombro y la admiración de todo el mundo».
El cambio de nombre es solo una de las muchas medidas que el presidente tomará de inmediato, como parte de su agenda para fortalecer la presencia y el liderazgo de Estados Unidos en todos los frentes, tanto nacionales como internacionales.
Trump subrayó que este cambio simbólico refleja el renovado enfoque de su administración hacia el fortalecimiento de la identidad y el poder de la nación, y que este tipo de reformas marcarán el inicio de un período de gran transformación para Estados Unidos.