La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha emitido una sentencia condenatoria contra Venezuela por violar los derechos políticos, la libertad de expresión y la protección judicial del excandidato presidencial Henrique Capriles durante el proceso electoral de 2013. El tribunal, con sede en Costa Rica, concluyó que el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela abusaron del aparato estatal para favorecer al entonces candidato oficialista, Nicolás Maduro.
El caso se refiere a las elecciones presidenciales celebradas el 14 de abril de 2013, tras la muerte de Hugo Chávez. Según los resultados anunciados por el CNE, Maduro, que era presidente encargado de la República en ese momento, obtuvo un 50,61 por ciento de los votos, mientras que Capriles, candidato de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), alcanzó un 49,12 por ciento. La CIDH resaltó que el TSJ permitió que Maduro se presentara como candidato, a pesar de la legislación venezolana que requería que se separara de su cargo como presidente encargado.
El tribunal internacional destacó que las acciones del CNE y el TSJ mostraron un «uso abusivo del aparato estatal» para favorecer a Maduro, además de evidenciar la falta de garantías para impugnar el proceso electoral y la falta de transparencia. También señaló el empleo de medios de comunicación públicos, movilizaciones de funcionarios del Estado y el uso de recursos públicos para promover la candidatura de Maduro.
La CIDH lamentó que las intervenciones del Estado afectaron la «integridad del proceso electoral» y comprometieron los derechos políticos de Capriles, su libertad de expresión y su derecho a la igualdad ante la ley. También subrayó que estas acciones constituyeron una violación de los principios fundamentales del Estado de Derecho, ya que desconocieron las reglas del derecho interno y permitieron el uso del poder estatal en favor del candidato oficial.
La Corte concluyó que estas violaciones afectaron el derecho de los venezolanos a elegir libremente a sus gobernantes y el funcionamiento democrático del país.
Por su parte, Henrique Capriles celebró el dictamen favorable de la CIDH, así como las medidas de protección adoptadas por el tribunal, pero expresó su frustración por el extenso lapso de tiempo transcurrido desde que presentó la demanda, hace más de once años. A través de su cuenta en la red social X, Capriles destacó que «la justicia, además de hacer prevalecer la verdad, debe ser expedita». También reiteró su compromiso con la búsqueda de caminos constitucionales para recuperar la democracia en Venezuela, subrayando la importancia de que se respete el derecho de los venezolanos a decidir su futuro en paz.