Bajo estrictas medidas de seguridad, 15 reclusas pandilleras de la Barrio 18 comparecieron ante la Corte Suprema de Justicia en el inicio de un juicio por su participación en una masacre ocurrida en la prisión femenina de Támara, en junio de 2023. Las mujeres, vestidas con uniforme de presidio anaranjado y esposadas, enfrentan cargos por el asesinato de 46 miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13), que fueron ejecutados a tiros y quemados en sus celdas en un acto violento en el contexto de la lucha por el control de territorios para el narcotráfico y la extorsión.

La masacre, ocurrida el 20 de junio de 2023, es un reflejo de la violencia pandillera que sigue afectando a Honduras, a pesar de las medidas de seguridad extremas implementadas por el gobierno, incluido un estado de excepción que permite arrestos sin orden judicial. Aunque el régimen ha tenido cierto éxito en reducir la tasa de homicidios en el país, las pandillas continúan siendo una amenaza dominante, imponiendo su control en diversas regiones mediante la violencia.

Durante las audiencias, que comenzaron el lunes con una sesión virtual y continuaron este martes con un juicio oral y público, la fiscalía presentará 97 pruebas en el caso, incluyendo testimonios, pruebas periciales y científicas. Las audiencias están previstas para concluir el viernes, con una sentencia que se dará en los días posteriores.

Este juicio es uno de los múltiples esfuerzos en Honduras para frenar la impunidad en casos de violencia asociada a las pandillas, aunque la situación en las cárceles sigue siendo una de las principales preocupaciones para el sistema de justicia del país.

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