El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, informó el martes el inicio de programas de entrenamiento destinados a 48,000 reos, a quienes se les considera “criminales no violentos”. Estos programas buscan que los internos realicen trabajos en prisión como una forma de «saldar su deuda con la sociedad».
El mandatario compartió la noticia a través de un video publicado a las 7:01 p.m., donde se muestra un programa de carpintería llevado a cabo en el Centro Industrial Penitenciario de Santa Ana. En el video, se observa a internos fabricando «stands» o muebles utilizados en agromercados para exhibir frutas y hortalizas. Los trabajadores penitenciarios están vestidos con camisetas de la Dirección General de Centros Penales (DGCP) y se dedican a la carpintería bajo un entorno supervisado.
Aunque las autoridades penitenciarias no publican estadísticas actualizadas, el comisionado de derechos humanos y libertad de expresión, Andrés Guzmán, informó en una audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que, hasta el 25 de junio, había 107,997 personas privadas de libertad en El Salvador.
De ese total, más de 26,000 personas no han sido arrestadas bajo el régimen de excepción, de acuerdo con la cifra oficial más reciente de capturas bajo esta medida excepcional, aunque esta cifra aún no ha sido oficialmente confirmada.
Hasta el 8 de agosto, el Ministerio de Justicia y Seguridad reportó 81,420 personas capturadas bajo el régimen de excepción, que se aplica a individuos señalados como pandilleros o «terroristas». Esto representa aproximadamente el 75% del total de internos reportados por el comisionado.
El programa de entrenamiento y trabajo en prisión es parte de una iniciativa más amplia del gobierno para promover la rehabilitación de los internos y su reintegración en la sociedad, al tiempo que se contribuye al desarrollo económico a través de proyectos comunitarios.