La familia del presidente estadounidense, Joe Biden, ofreció su «apoyo incondicional» durante una reunión este domingo en Camp David, animándolo a continuar con su campaña para la reelección a pesar de las críticas surgidas tras su débil actuación en el reciente debate contra el expresidente Donald Trump.
Según informaron dos asesores de Biden a CNN, la reunión, inicialmente planeada para una sesión fotográfica con la fotógrafa Annie Leibovitz, se convirtió en un encuentro crucial. En él estuvieron presentes la primera dama, Jill Biden, sus hijos y nietos.
Durante la reunión, la familia expresó su confianza en que Biden puede desempeñar un buen trabajo durante los próximos cuatro años, a pesar de su edad, que a sus 81 años lo convierte en el presidente más longevo de la historia del país, según fuentes cercanas citadas por The New York Times y CNN.
Uno de los principales defensores de la continuidad de Biden en la carrera presidencial es su hijo Hunter, quien enfrenta sus propios desafíos legales. Hunter Biden considera que su padre debe seguir en la campaña para demostrar su resiliencia y determinación, contrarrestando la imagen proyectada durante el debate de un presidente envejecido y con dificultades para expresarse.
Además del respaldo familiar, se mencionó que otros miembros de la familia se ofrecieron a involucrarse más activamente en la campaña. Por ejemplo, uno de los nietos del presidente se mostró dispuesto a colaborar con influencers en redes sociales para amplificar el mensaje de Biden, según una fuente citada por The New York Times.
Críticas a los asesores de Biden
Sin embargo, junto con el respaldo, la familia también expresó su frustración privada por la preparación para el debate. Según informes de The New York Times y Politico, los familiares de Biden criticaron la estrategia de los asesores, incluyendo a Anita Dunn y Robert Bauer, este último quien interpretó a Trump durante los ensayos para el debate.
John Morgan, uno de los principales donantes del Partido Demócrata, ha pedido públicamente la renuncia de Dunn y Bauer, así como del exjefe de gabinete de Biden, Ron Klain, argumentando que la preparación del presidente fue excesiva y mal dirigida.
Tras el debate, Biden reconoció públicamente que su actuación no cumplió con las expectativas y no logró disipar las dudas sobre su capacidad para gobernar. Encuestas recientes muestran que casi la mitad de los votantes demócratas considera que debería retirarse para dar paso a otro candidato que enfrente a Trump.
A pesar de estas críticas, una encuesta de Data for Progress sugiere que ninguno de los posibles sustitutos de Biden, como Kamala Harris, Gavin Newsom o Gretchen Whitmer, tiene mejores perspectivas de vencer a Trump en una elección hipotética.