Evo Morales, expresidente de Bolivia y líder del Movimiento al Socialismo (MAS), acusó este domingo al presidente Luis Arce de haber montado un autogolpe esta semana, cuando grupos militares llegaron a La Paz en lo que el Gobierno ha descrito como un intento de golpe de Estado.
En una entrevista transmitida por Radio Kawsachun Coca, Morales afirmó sin ofrecer pruebas directas que Arce «faltó el respeto a la verdad» y que mintió al pueblo boliviano y al mundo entero respecto a los eventos del miércoles. Según Morales, información recibida de fuentes militares lo lleva a creer que la operación militar estaba planificada, lo cual lo convence de que se trató de un autogolpe.
Estas declaraciones de Morales contradicen sus primeros comentarios del miércoles en los que denunció la operación militar y convocó a movilizaciones nacionales para defender la democracia.
En un mensaje posterior en redes sociales este domingo, Morales lamentó el uso de un tema tan sensible como la denuncia de un golpe y pidió disculpas a la comunidad internacional por la alarma generada. Instó a que se realice una investigación completa e independiente para esclarecer la verdad sobre lo sucedido.
Hasta este domingo, el presidente Arce no se había pronunciado sobre las acusaciones de Morales. Sin embargo, en una entrevista con CNN el viernes pasado, Arce negó estar detrás de la operación militar y afirmó que había alertado a Morales directamente mientras ocurría el intento de golpe.
El conflicto entre Morales y Arce ha escalado, especialmente después de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) invalidara el congreso del MAS de octubre de 2023, donde se ratificó a Morales como líder del partido y candidato único presidencial para 2025. Esta decisión del TSE invalidó la candidatura de Morales y ha exacerbado las tensiones dentro del MAS.
Además, según la Agencia Boliviana de Información, al menos 21 personas han sido detenidas hasta ahora por su presunta participación en el intento de golpe de Estado, incluyendo al exjefe del Ejército de Bolivia, Juan José Zúñiga, quien enfrenta varios cargos y fue enviado a prisión preventiva por seis meses.
Zúñiga ha acusado públicamente a Arce de orquestar el supuesto golpe para aumentar su popularidad, una afirmación que el presidente boliviano ha negado reiteradamente.