El presidente salvadoreño Nayib Bukele, quien ha asumido la Presidencia por segunda vez en El Salvador, ha afirmado haber logrado rápidamente una victoria contra las pandillas, describiendo el acontecimiento como un milagro y destacando el cambio en la situación de seguridad del país.
En una reciente entrevista con el reconocido periodista estadounidense Tucker Carlson, el presidente Bukele señaló que durante su primer quinquenio al frente del Ejecutivo, El Salvador ha pasado de ser la capital mundial de los asesinatos cometidos por pandillas a convertirse en el país más seguro no solo de América Latina, sino del hemisferio occidental, gracias a su política de seguridad pública.
Bukele resaltó que este logro se ha alcanzado a través del Plan Control Territorial (PCT), el cual ha avanzado en seis de sus siete fases. Estas acciones han permitido pacificar el territorio salvadoreño mediante el combate contra las pandillas, organizaciones terroristas que surgieron y crecieron durante los últimos 30 años de los gobiernos de ARENA y el FMLN.
El mandatario explicó que el PCT incluyó el fortalecimiento de las fuerzas policiales y del Ejército, duplicando efectivos y equipándolos con los recursos necesarios para combatir el crimen de manera efectiva.
Enfatizó que durante esta lucha contra las pandillas, el Gobierno salvadoreño garantiza los derechos humanos de las personas honradas, y destacó que los organismos internacionales critican su política de seguridad debido al temor al poder del ejemplo que El Salvador brinda en el combate contra los grupos delincuenciales.
Bukele reafirmó su compromiso de impulsar el crecimiento económico en su próximo quinquenio gubernamental, reconociendo que esta área fue afectada por el accionar delincuencial. Durante su discurso de investidura presidencial, el mandatario solicitó el apoyo de la población salvadoreña para todas las medidas que su Gobierno implementará en materia económica.
La ceremonia de investidura contó con la participación de cientos de salvadoreños, el cuerpo diplomático acreditado en El Salvador y una comitiva de alto nivel enviada por el Gobierno de Estados Unidos, lo que el presidente Bukele destacó como un respaldo bipartidista al país.