El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, dijo estar dispuesto a participar en una posible reunión en Budapest entre Vladimir Putin y Donald Trump siempre que reciba una invitación y el formato permita la presencia ucraniana en igualdad de condiciones. La declaración se produjo tras la confirmación pública de Trump de su intención de encontrarse con el líder ruso en las próximas semanas.
Zelenski advirtió, sin embargo, que Budapest no es el lugar ideal para un encuentro neutral, debido al posicionamiento del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, al que calificó de obstáculo por su cercanía a Moscú y su postura contraria al apoyo a Kiev. El presidente ucraniano puso en duda la capacidad de Hungría para garantizar un marco equilibrado para negociaciones que involucren la seguridad y soberanía de Ucrania.
Sobre las exigencias de Moscú para cualquier acuerdo, Zelenski recalcó que las condiciones rusas siguen centradas en la retirada de las fuerzas ucranianas del Donbás, algo que Ucrania no está dispuesta a aceptar como parte de una solución. “No vamos a regalar la victoria a los rusos”, afirmó, reafirmando que la postura ucraniana se mantiene tras su reciente visita a Washington.
El mandatario también expresó su rechazo a presiones que sitúen a Ucrania exclusivamente como víctima y advirtió que ceder ante la agresión tendría consecuencias para la seguridad europea, pues incentivaría acciones similares en otros territorios.
En el plano diplomático, la postura de líderes europeos fue recordada en declaraciones del primer ministro estonio Kaja Kallas, quien defendió la integridad territorial de Ucrania como principio irrenunciable y advirtió sobre el riesgo de normalizar el uso de la fuerza para resolver disputas entre países.
Las conversaciones y gestos diplomáticos se producen en un momento de intensa actividad internacional sobre la guerra, entre la búsqueda de vías para el fin del conflicto y la resistencia de Ucrania a aceptaciones territoriales que considera inaceptables.