El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este lunes que “la guerra en Gaza ha terminado”, luego de la firma de un acuerdo histórico en Sharm el Sheij, Egipto, que reunió a más de veinte líderes mundiales.
Durante su intervención, Trump resaltó que el pacto, impulsado por su administración, abrirá las puertas a la “paz en Oriente Próximo”, un avance que, según él, parecía “impensable” hace unos meses. El mandatario celebró además la liberación de los últimos 20 rehenes de Hamás y la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, devastada tras dos años de conflicto.
“Ahora comienza la reconstrucción, tal vez lo más fácil”, afirmó Trump, subrayando la necesidad de que la región esté desmilitarizada para garantizar una paz duradera. También destacó que Gaza e Irán ya no serán usados como excusas para mantener el conflicto.
En relación con los Acuerdos de Abraham, Trump expresó su esperanza de que más países se sumen a la iniciativa, que ha normalizado relaciones de varios Estados árabes con Israel. “Espero que todo el mundo se una a los Acuerdos de Abraham. Será un gran homenaje a Estados Unidos”, declaró.
El mandatario aseguró que la Tercera Guerra Mundial no comenzará en Oriente Próximo bajo su administración, pese a los temores sobre el impacto global del conflicto.
La cumbre, organizada por el presidente egipcio Abdelfatah al Sisi, contó con la presencia de Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, aunque Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, declinó la invitación por coincidir con la festividad judía de Simjat Torá. Durante el evento, el primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, propuso otorgar a Trump el Premio Nobel de la Paz por su mediación.
Al Sisi elogió el papel de Estados Unidos como una de las “garantías esenciales” para lograr la paz en la región e invitó a Trump a participar en la Conferencia de Reconstrucción de Gaza en El Cairo, programada para noviembre.
Pese a la solemnidad del encuentro, la cumbre estuvo marcada por el protagonismo de Trump, quien dedicó casi 40 minutos a comentarios y chistes, generando cierta impaciencia entre los líderes presentes que esperaban los resultados del evento.