Al menos diez movimientos telúricos, incluidos dos de magnitud 6,2 y 6,3, sacudieron a Venezuela entre la tarde del miércoles y la madrugada del jueves, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) y el Servicio Geológico Colombiano.
Los temblores se sintieron con mayor fuerza en los estados occidentales, especialmente en Zulia, donde los pobladores reportaron hasta tres sismos en cuestión de horas. También se percibieron en San Cristóbal, Mérida y en la capital Caracas, donde muchos habitantes abandonaron sus viviendas por temor a nuevas réplicas.
“El primero no me asusté, pero en el segundo sentí que me movían la cama, vi las paredes temblar, los perros ladraban, la gente gritaba, fue muy feo”, relató a la AFP Almando Mavárez, habitante de Zulia.
El epicentro de los dos sismos más fuertes se localizó entre Mene Grande y Bachaquero, poblaciones petroleras del estado Zulia. Según el organismo colombiano, el evento de magnitud 6,3 fue superficial, lo que aumentó la percepción del movimiento.
En Caracas, edificios enteros se estremecieron.
“Estábamos durmiendo cuando los vidrios de las ventanas crujieron; todos bajamos a la calle a esperar si venían más réplicas”, contó Alicia de la Rosa, residente de la capital.
El gobernador de Zulia, Luis Caldera, confirmó daños en algunos hospitales y en una iglesia emblemática de Maracaibo, pero aseguró que no se reportan víctimas ni heridos.
El sismo de 6,2 registrado en la tarde fue el más fuerte en el país desde 2018, cuando un movimiento de magnitud 7,3 estremeció varias ciudades.
El ministro del Interior, Diosdado Cabello, dijo que hasta el momento no hay reportes de daños mayores.
Históricamente, Venezuela ha sufrido terremotos devastadores: en 1997 en Cariaco, estado Sucre, un sismo dejó 73 muertos, y en 1967 en Caracas, otro causó 283 fallecidos y 2.000 heridos.
Actualmente, cerca del 80 % de la población venezolana vive en zonas de alta amenaza sísmica.