Un grupo de siete senadores republicanos, incluidos el exlíder de la bancada en el Senado, Mitch McConnell, se unieron el lunes a la oposición para respaldar un proyecto de ley que busca restringir el poder del presidente Donald Trump en la imposición de aranceles. La propuesta, conocida como la «Ley de Revisión Comercial», establece que el presidente deberá obtener la aprobación del Congreso antes de imponer aranceles, limitando su duración a un máximo de dos meses, a menos que el Legislativo decida extenderlos.
Este proyecto de ley otorga al Congreso la facultad de revocar los aranceles antes de los 60 días establecidos, siempre que ambas cámaras lleguen a un consenso. La medida ha generado un debate intenso dentro del Partido Republicano, ya que algunos legisladores cuestionan la concentración de poder en manos del presidente en asuntos comerciales.
La Casa Blanca, por su parte, ya ha adelantado su intención de vetar el proyecto de ley. A través de un comunicado, la administración de Trump aseguró que esta propuesta «limitaría gravemente» los poderes presidenciales para «definir la política exterior» y «proteger la seguridad nacional» de Estados Unidos.
En la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, se espera que en los próximos días se presente otra propuesta relacionada con el control de los aranceles, impulsada por el congresista Don Bacon. Esta iniciativa también pretende otorgar al Congreso el poder de bloquear los aranceles impuestos por el presidente, según informó el medio digital Axios.
Para que cualquiera de estas propuestas se convierta en ley, será crucial que más legisladores republicanos rompan filas con el partido, ya que para superar el veto presidencial se necesitarían dos tercios de los votos en ambas cámaras.
La cuestión de los aranceles ha cobrado relevancia tras el anuncio del presidente Trump, el pasado 2 de abril, sobre la imposición de aranceles globales del 10 % sobre una serie de productos, los cuales entraron en vigor el pasado sábado. Además, se aplicarán aranceles más altos para países y regiones específicas, como China y la Unión Europea, que comenzarán a implementarse el 9 de abril.
A pesar de las tensiones, Trump ha afirmado que se alcanzarán «acuerdos justos» con los países involucrados en las negociaciones de aranceles, aunque ha descartado una pausa en su política de gravámenes mientras continúan las conversaciones