La Comisión Política de la Asamblea Legislativa aprobó, la noche de este lunes, el dictamen de reforma al artículo 86 del reglamento de la Asamblea Legislativa, que prohíbe a los diputados votar «abstención» y los obliga a emitir su voto a favor o en contra de los proyectos en discusión. Esta reforma generó un intenso debate entre las diversas fracciones parlamentarias, especialmente entre los diputados de la oposición y el grupo oficialista de Nuevas Ideas.

La diputada Marcela Villatoro, de ARENA, criticó fuertemente la reforma, calificándola como innecesaria y destacando que es una medida comúnmente implementada en países con regímenes autoritarios como Corea del Norte, Cuba, China y Venezuela. «La abstención es un derecho legítimo de los diputados para expresar su disidencia, algo que los regímenes autoritarios no permiten», señaló Villatoro, añadiendo que la reforma limita la libertad de expresión dentro del Parlamento. Además, cuestionó las condiciones en las que se aprueban muchos proyectos, señalando que la rapidez con la que se entregan las piezas legislativas para su discusión dificulta su análisis en profundidad.

Por su parte, la diputada suplente de Vamos, Cesia Rivas, también se mostró en desacuerdo con la reforma, preguntando en qué medida beneficiaría realmente a la población. «Las propuestas importantes, como el aumento del salario mínimo o la derogatoria de la Ley de la Minería, son propuestas olvidadas. Al final, lo que se hace es simplemente presionar un botón a favor», comentó Rivas, haciendo un llamado a priorizar propuestas que beneficien a los salvadoreños.

En respuesta, el presidente de la Comisión Política, diputado Ernesto Castro de Nuevas Ideas, defendió la reforma, argumentando que es necesario que la población conozca claramente la postura de cada diputado. «La gente tiene el derecho de saber si estamos a favor o en contra, de forma clara y sencilla. No podemos permitirnos seguir votando de manera ambigua», expresó Castro, insistiendo en que esta medida busca transparentar el proceso legislativo.

El diputado Reinaldo Carballo, del PDC, apoyó la reforma y comparó el voto de abstención con el «voto de Pilatos», alegando que este tipo de votos no reflejan una postura clara. «El voto de abstención es como lavarse las manos, no dice ni sí ni no. Necesitamos claridad en las votaciones», dijo Carballo.

En cuanto a la oposición, Villatoro propuso modificar el reglamento para garantizar que las piezas legislativas presentadas por la oposición sean discutidas y votadas con tiempo suficiente para su análisis. «Si realmente están en contra de proyectos como los de salud mental o el aumento al salario mínimo, que lo digan abiertamente en la votación», agregó.

Por su parte, la diputada Suecy Callejas, de Nuevas Ideas, defendió la reforma asegurando que, si bien la costumbre ha permitido la abstención, no se puede comparar con la forma en que otros países democráticos manejan el voto. «Tenemos democracia como en Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otros países que tienen regulado el voto a favor o en contra. No estamos atropellando la libertad de los diputados, simplemente buscamos transparencia», explicó Callejas.

Al final de la discusión, la diputada Villatoro respondió a Callejas, señalando que «la costumbre es fuente de derecho», a lo que Callejas replicó que «la costumbre no constituye derecho si no está respaldada por la ley».

El dictamen sobre la reforma fue aprobado por mayoría, con los votos a favor de los diputados de Nuevas Ideas, PDC y PCN. La medida ahora será enviada al pleno de la Asamblea Legislativa para su discusión y posible aprobación final.

Con esta reforma, se busca que los diputados tengan que tomar una postura definitiva en las votaciones y que las decisiones del Parlamento sean más claras y transparentes para la población.

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