El Gobierno de Donald Trump emitió el martes una advertencia a China después de que este país anunciara que había lanzado ejercicios militares conjuntos alrededor de Taiwán, con la participación de su Ejército, Marina, Fuerza Aérea y Fuerza de Cohetes. La Casa Blanca reiteró su postura de oposición a cualquier intento de cambio unilateral del statu quo en el estrecho de Taiwán por la fuerza o coerción.

En una rueda de prensa, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, comentó que el Consejo de Seguridad Nacional había informado al presidente Trump sobre los ejercicios militares de China y destacó la importancia de mantener la paz en el estrecho de Taiwán. Leavitt subrayó que el presidente estaba enfatizando la necesidad de resolver pacíficamente los problemas a través del estrecho y reafirmó la oposición estadounidense a cualquier intento de cambio unilateral mediante el uso de la fuerza.

Contexto de los Ejercicios de China: Los recientes ejercicios militares de China en torno a Taiwán ocurren en medio de una creciente tensión en la región, mientras Taiwán observa con preocupación cómo la política exterior de Estados Unidos, bajo la administración de Trump, ha tomado un giro más mercantilista con la política de «Estados Unidos Primero». Esta política ha llevado a Trump a descartar garantías tradicionales hacia Europa y a presionar a los aliados y socios asiáticos de Estados Unidos para que paguen más por la protección de EE. UU.

Además, los ejercicios se producen mientras Pete Hegseth, secretario de Defensa de EE. UU., viajó a la región la semana pasada. Hegseth prometió fortalecer la alianza militar de EE. UU. con Filipinas para «restablecer la disuasión» frente a la agresión china en la región del Indo-Pacífico, considerando a Japón como un socio indispensable en los esfuerzos para disuadir la agresión militar de China, incluida su actividad en el estrecho de Taiwán.

La Posición de Trump: En cuanto a la situación de Taiwán, Trump no se comprometió a dar detalles sobre si su administración tomaría medidas para impedir que China tome Taiwán por la fuerza. Durante una reunión con su gabinete en febrero, Trump evitó comentar sobre el tema, diciendo: «Nunca comento sobre eso, no comento sobre nada, porque no quiero ponerme nunca en esa posición».

Este desarrollo subraya la complejidad de las relaciones internacionales en la región del Indo-Pacífico, donde la competencia entre Estados Unidos y China por la influencia y el control sobre Taiwán continúa siendo un tema delicado y de creciente preocupación geopolítica.

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