El 27 de marzo de 2022, el gobierno de El Salvador implementó el régimen de excepción como respuesta a un fin de semana de violencia que dejó más de 80 muertos a manos de pandillas. Hoy, al cumplirse tres años de esta medida, diversos actores nacionales y organizaciones de derechos humanos realizan un balance sobre sus consecuencias en el país.

El gobierno de Nayib Bukele ha defendido el régimen, destacando las cifras de captura: más de 85,000 personas arrestadas hasta marzo de 2025, tras la aprobación de la 36ª prórroga del régimen en la Asamblea Legislativa. Según Rafael Francisco Góchez, analista de seguridad, el régimen de excepción ha sido clave para la reducción de homicidios, y proyecciones de inteligencia artificial estiman que la medida ha salvado entre 3,000 y 4,000 vidas en estos tres años.

Por su parte, el pastor Toby Jr., del Tabernáculo Bautista, destaca los efectos positivos en la sociedad: «Las tiendas en las colonias están creciendo, las iglesias se han fortalecido y la violencia ha disminuido», asegura, señalando que, de no haberse implementado el régimen, el panorama sería muy diferente, con un florecimiento de funerarias y un aumento de la violencia.

El debate sobre el régimen de excepción sigue siendo un tema clave en el panorama político y social de El Salvador, donde la seguridad y los derechos humanos continúan siendo dos de las principales preocupaciones de la ciudadanía y las organizaciones defensoras de los derechos fundamentales.

Pero, ¿qué testimonio tiene usted sobre esta medida?, sin duda, muchos hogares salvadoreños agradecen el cambio de la seguridad en El Salvador.

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