La Fiscalía General de la República (FGR) logró que José Luis Amaya, miembro de la MS-13, fuera condenado a 15 años de prisión por exigir una extorsión a un comerciante en San Miguel a cambio de no asesinarlo. El condenado se identificó como miembro de la pandilla y utilizó esta amenaza para coaccionar a la víctima.
Los hechos ocurrieron en febrero de 2014, cuando Amaya contactó a la víctima y le dijo que había sido contratado para asesinarlo, pero que, si le entregaba más dinero, podría revelar la identidad de quien lo había contratado y evitar que le hiciera daño. Después de cortar la primera llamada, el imputado se volvió a comunicar con la víctima el 4 de febrero del mismo año, insistiendo en el pago de la extorsión.
La víctima, temerosa por su vida, acordó realizar una transferencia del dinero a nombre de José Luis Amaya. Entre las pruebas presentadas por la FGR ante el Tribunal Primero de Sentencia de San Miguel, se incluyeron el comprobante de la transferencia realizada por el comerciante, así como el recibo del retiro del dinero por parte del imputado en un establecimiento de la 3° Avenida Sur, en San Miguel.
El tribunal condenó a José Luis Amaya a 15 años de prisión por extorsión, basándose en las pruebas proporcionadas por la Fiscalía, y aplicando las recientes reformas al Código Procesal Penal que permiten la condena en ausencia del imputado.