La Asamblea Legislativa aprobó la derogación del comodato de la Casa Dueñas, que estaba a cargo de la Academia Salvadoreña de la Lengua, con el objetivo de permitir que el Ministerio de Cultura se haga cargo de la administración del inmueble para su recuperación y restauración.
La iniciativa fue respaldada por 56 diputados y fue presentada por la diputada de Nuevas Ideas, Suecy Callejas, quien explicó que la Casa Dueñas, ubicada sobre la Alameda Juan Pablo II, es un bien cultural de gran valor histórico. La edificación estaba bajo un contrato de comodato de 50 años con la Academia Salvadoreña de la Lengua, iniciado en 2001, y anteriormente estaba administrada por el Ministerio de Educación a través del Consejo Nacional para la Cultura (Concultura).
Callejas destacó que, en 2024, se concluyó un proyecto de restauración con una inversión de 2 millones de dólares. Sin embargo, debido a los daños estructurales y las condiciones de inseguridad del inmueble, la diputada subrayó que es necesario que el Ministerio de Cultura asuma la administración para poder continuar con las labores de recuperación.
“Es necesario revocar el contrato de comodato para que el Ministerio de Cultura asuma la administración del inmueble, hacer la inversión necesaria y recuperar la Casa Dueñas”, expresó Callejas.
La Casa Dueñas, una edificación de estilo antiguo construida entre 1919 y 1920, fue declarada bien cultural el 21 de septiembre de 1992 y está protegida por la Dirección del Patrimonio Cultural, bajo la jurisdicción de Concultura. El inmueble, que presenta una estructura de techo de lámina galvanizada y teja sobre armazón de madera, presenta deterioros que amenazan la seguridad de quienes allí laboran.
El Ministro de Cultura, Raúl Castillo, afirmó que, aunque aún no se ha definido el destino final del inmueble, se están evaluando «varios proyectos» para asegurar su conservación y utilidad.
Con la aprobación de esta medida, se espera que la Casa Dueñas, que representa una pieza importante del patrimonio cultural del país, sea recuperada para el disfrute de las futuras generaciones.