El Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) detuvieron el pasado 9 de diciembre de 2024 a David Alejandro Orellana Alemán, de 27 años, un pandillero salvadoreño considerado uno de los “cabecillas de alto rango” de la Mara Salvatrucha (MS-13), en el estado de Maryland.
Orellana fue arrestado en Hyattsville, Maryland, por el Departamento de Policía del Condado de Prince George bajo cargos de conducir sin licencia. Desde su captura, ha permanecido bajo custodia de ICE.
La detención de Orellana representa un golpe significativo contra el liderazgo de la organización criminal MS-13. Así lo destacó Matthew Elliston, director de la Oficina de Campo de Operaciones de Aplicación y Remoción de ICE, quien afirmó: “La aprehensión de Orellana asesta un golpe significativo al liderazgo y la organización de la MS-13, y demuestra la efectiva cooperación entre ICE y el FBI. Continuaremos priorizando la seguridad pública y trabajando para eliminar a los delincuentes ilegales extranjeros de nuestras comunidades”.
De acuerdo con el Departamento de Justicia de EEUU, Orellana fue identificado como un líder de alto nivel dentro de la MS-13, siendo responsable de supervisar las actividades de las clicas de la organización terrorista en Estados Unidos, México y Europa.
El agente especial a cargo del FBI en Baltimore, William J. DelBagno, resaltó la importancia de la colaboración en este caso, declarando: “Este arresto demuestra el éxito que podemos lograr al investigar e interrumpir colectivamente a los delincuentes violentos que buscan explotar nuestras comunidades”.
Orellana, quien tiene antecedentes penales en El Salvador, fue arrestado en ese país el 1 de diciembre de 2016 por cargos de posesión de un arma de fuego, extorsión y afiliación terrorista como miembro documentado de la MS-13. A pesar de estos antecedentes, Orellana ingresó ilegalmente a Estados Unidos en una fecha y lugar desconocidos, sin ser inspeccionado ni admitido por un funcionario de inmigración estadounidense.
Con esta detención, las autoridades refuerzan su compromiso de combatir las organizaciones criminales transnacionales y garantizar la seguridad de las comunidades estadounidenses.