El 1 de marzo, el Vaticano hará historia con el nombramiento de Raffaella Petrini, quien se convertirá en la primera mujer en ocupar el cargo de presidenta de la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano y presidenta de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano. Este cargo, aunque oficialmente titulado de manera más formal, en la práctica se traduce en una de las posiciones más importantes en la administración de la Santa Sede, ya que involucra la gestión del gobierno y las instituciones del Estado vaticano.

Petrini, quien hasta ahora se desempeñaba como secretaria general del órgano que ejerce el poder ejecutivo en la Santa Sede, verá sus poderes ampliados tras un decreto firmado por el papa Francisco, quien aprovechó un momento de mejoría en su salud para dar este paso significativo. Este nombramiento no sorprendió, ya que fue adelantado por el propio pontífice en enero de este año.

¿Por qué este nombramiento es importante?
La urgencia de estos cambios se debe a la necesidad de otorgar a Petrini los mismos poderes que los cardenales en el Vaticano, ya que las normativas del Estado hasta ahora asignaban estos puestos exclusivamente a miembros de este grupo de máxima jerarquía en la iglesia. Con este ajuste en la ley, Petrini podrá ejercer su rol con competencias equiparables a las de un purpurado, lo que subraya el enfoque inclusivo y renovador del papa Francisco, quien ha destacado por su impulso hacia una mayor presencia femenina en cargos de liderazgo dentro de la iglesia.

¿Quién es Raffaella Petrini?
Raffaella Petrini tiene 56 años, nació en Roma y es monja franciscana. Su carrera académica incluye estudios en ciencias políticas en la Universidad Luiss, un doctorado en ciencias sociales por la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino, y una maestría en la Universidad de Hartford, en Estados Unidos. Su trayectoria en la Curia vaticana ha ido en ascenso, destacándose por ser la primera mujer en ocupar el puesto de secretaria de la Gobernación en 2021.

A lo largo de su carrera, Petrini ha abogado por diversas iniciativas, como la creación de una agencia internacional para promover el uso pacífico de la inteligencia artificial. Su nombramiento refleja la intención del papa Francisco de dar más peso a las mujeres dentro de la estructura de la iglesia, un cambio que se alinea con su visión de permitirles una mayor participación en los sacramentos y en posiciones de poder e influencia en la iglesia católica.

Contexto de la salud del papa Francisco
El pontífice, de 88 años, sigue hospitalizado desde el 14 de febrero por una bronquitis con infección polimicrobiana, que se complicó con una neumonía bilateral e insuficiencia renal. A pesar de su grave estado, se ha reunido con el cardenal Pietro Parolin para retomar algunos asuntos pendientes y continuar con su misión de guiar la iglesia en tiempos difíciles. Fuentes vaticanas subrayan que la mejora en la salud del papa ha sido un factor clave para implementar cambios en la estructura de poder y asegurar que su legado de reformas y transparencia continúe avanzando.

El legado del papa Francisco
El papa Francisco, aunque consciente de la resistencia interna que puedan generar sus reformas, ha mostrado determinación en abordar problemas delicados como la corrupción en las finanzas vaticanas y el abuso sexual dentro de la iglesia. A pesar de los desafíos, su enfoque transparente y valiente ha reforzado su autoridad, no solo dentro del Vaticano sino también fuera de él, lo que ha fortalecido su posición en la lucha por un cambio estructural.

Este nombramiento de Raffaella Petrini, como la primera mujer en liderar el gobierno del Estado del Vaticano, es un paso significativo hacia la consolidación de un legado que busca un Vaticano más inclusivo y reformado.

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