El presidente Nayib Bukele, arremetió contra su homólogo colombiano, Gustavo Petro, durante un discurso frente a influyentes empresarios iberoamericanos, calificando de «crisis geopolítica» los efectos de las acciones impulsivas de Petro. La crítica se dio en el marco de un encuentro privado entre Bukele y empresarios, incluido el magnate mexicano Carlos Slim, donde se discutieron las oportunidades de inversión en El Salvador.

En su intervención, Bukele comentó que en Colombia «es un poco difícil» saber cómo se desarrollará la situación política, ya que, según su opinión, el presidente Petro podría estar bien un día y al siguiente «provocar una crisis» debido a decisiones impulsivas. «Yo les decía a unos amigos empresarios de Colombia, que ha de ser un poco difícil que un día están bien y el día siguiente, el presidente se tomó un par de tragos más y hay una crisis geopolítica», declaró Bukele, sin especificar a qué incidente en particular se refería, pero en aparente alusión a la reciente disputa diplomática de Petro con Estados Unidos. Esta crisis se originó cuando Petro rechazó vuelos con colombianos deportados por Estados Unidos, lo que generó tensiones con el gobierno estadounidense y llevó a Donald Trump a amenazar con aranceles a Colombia.

Bukele, quien aseguró no consumir alcohol, destacó que, en su gobierno, las relaciones internacionales con Estados Unidos son «buenas» y que El Salvador goza de una estabilidad política y jurídica que no se encuentra en Colombia. «Aquí tenemos una buena relación con el gobierno de Estados Unidos», afirmó Bukele, añadiendo que la estabilidad del país es un factor atractivo para la inversión. En contraste, mencionó que en Colombia «de repente el gobierno hace algo malo y me pone en crisis el negocio, me devalúa la moneda y pierdo 20% de mis depósitos en un día».

Durante el mismo discurso, Bukele resaltó los logros de su gobierno, como la lucha contra las pandillas, lo que, según él, ha convertido a El Salvador en «el país más seguro de todo el hemisferio occidental». Además, mencionó las buenas relaciones con el presidente estadounidense Donald Trump como otro atractivo para los inversionistas.

La relación entre Bukele y Petro no es nueva. En marzo de 2023, ambos mandatarios ya tuvieron un desencuentro en redes sociales, cuando Petro calificó la megacárcel salvadoreña, construida para recluir a pandilleros, como un «campo de concentración». Bukele respondió que «los resultados pesan más que la retórica», destacando la efectividad de su política de seguridad.

En El Salvador, más de 86.000 personas acusadas de pertenecer o colaborar con pandillas han sido detenidas bajo un estado de excepción que permite arrestos sin orden judicial, una medida que ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos. Bukele reconoció que unos 8.000 detenidos fueron liberados el año pasado por ser inocentes.

Este cruce de declaraciones refleja la tensión entre los dos presidentes, mientras Bukele continúa promoviendo a El Salvador como un destino seguro y estable para la inversión, en contraste con la situación política y económica de Colombia.

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