El gobierno colombiano, bajo la dirección del presidente Gustavo Petro, ha ordenado el cierre temporal de unas 50 estaciones de servicio ubicadas en la frontera con Venezuela. La medida, anunciada este miércoles por el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, responde a las sospechas de que estos establecimientos estarían suministrando combustible para actividades ilegales, principalmente el narcotráfico y otras actividades criminales relacionadas con el conflicto armado en la región del Catatumbo.

Esta acción se enmarca dentro del estado de conmoción interior declarado por el presidente Petro en enero, luego de un violento ataque por parte de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el noreste del país, que dejó más de 50 muertos y desplazó a más de 50,000 personas. En ese contexto, Petro implementó medidas adicionales para enfrentar la violencia, y este cierre temporal de las gasolineras es parte de esa estrategia.

El ministro Camacho explicó que la revisión de las estaciones de servicio busca garantizar que el combustible destinado a la región no se utilice en el conflicto armado ni en actividades ilícitas, especialmente en la producción de cocaína. Las estaciones de servicio en la frontera, al tener precios más bajos debido a políticas para combatir el contrabando de combustible desde Venezuela, han sido un punto crítico en la investigación, ya que el combustible es fundamental para la fabricación de cocaína en las zonas de narcocultivos.

Colombia, como el mayor productor de cocaína a nivel mundial, enfrenta el desafío de controlar el uso de recursos esenciales, como el combustible, en las regiones donde se concentran los cultivos ilícitos. Según el decreto emitido por el Ministerio de Minas y Energía el 17 de febrero, se ha detectado un desvío significativo de este recurso hacia actividades ilícitas en el Catatumbo, una de las principales zonas productoras de cocaína en el país.

Se estima que entre 74 y 86 galones de combustible son necesarios para producir un kilogramo de clorhidrato de cocaína, lo que hace que el control del suministro de combustible sea clave en la lucha contra el narcotráfico.

En el Catatumbo, la situación es especialmente compleja debido al enfrentamiento entre el ELN y las disidencias de las FARC por el control de la producción de cocaína y las rutas para su exportación.

Además de esta medida, el presidente Petro ha implementado otras iniciativas para financiar la crisis interna, como un nuevo impuesto a las apuestas en línea y ciertos procesos dentro de la cadena de explotación de carbón e hidrocarburos, con el fin de generar recursos para enfrentar la crisis humanitaria y de seguridad

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