Siete países de Centroamérica, junto con República Dominicana, firmaron en Washington una importante «Hoja de ruta» para combatir el tráfico de armas, municiones y explosivos, con el objetivo de reducir los alarmantes índices de violencia en la región. La firma del acuerdo se llevó a cabo en el marco de la Organización de Estados Americanos (OEA), con el respaldo de un esfuerzo conjunto que ha tomado 12 años para consolidarse.
Este documento busca estandarizar las herramientas de control de armas y atacar el mercado ilegal que abastece a redes criminales comunes y organizaciones del crimen organizado. En la firma participaron funcionarios de seguridad de países con diferentes niveles de violencia armada, como Costa Rica y Honduras, quienes destacaron la relevancia de la colaboración regional para hacer frente a este desafío.
María Eugenia Mata Cavaría, directora general de Armamento del Ministerio de Seguridad de Costa Rica, expresó que su país enfrenta una emergencia de violencia armada, especialmente asociada al narcotráfico y el sicariato, un fenómeno que amenaza la seguridad ciudadana en un país históricamente pacífico.
Por su parte, Hugo Suazo, subsecretario de Seguridad de Honduras, señaló que el aumento de decomisos de armas de fuego, incluyendo armamento pesado y armas hechizas, es una clara muestra del floreciente tráfico de armas. Según Suazo, estas armas se utilizan en el 85 % de los homicidios en Honduras.
La iniciativa cuenta con el apoyo de la Secretaría de Seguridad Multidimensional de la OEA, la Secretaría de Integración Centroamericana (SICA) y la cooperación financiera de la Unión Europea, que destinará fondos para su implementación durante 10 años.
Iván Marques, secretario de Seguridad Multidimensional de la OEA, destacó que esta «Hoja de ruta» representa un paso clave para reducir la violencia en la región, una de las más violentas del mundo. Las estadísticas de homicidios con armas de fuego en Centroamérica son alarmantes, con tasas que, según un informe de la ONU, ubicaron a la subregión entre las más altas del mundo en 2021.
La «Hoja de ruta» también tiene como objetivo prevenir otras formas de violencia, como el abuso psicológico, sexual, doméstico y social, y atacar actividades ilícitas como el narcotráfico, la trata de personas, el contrabando y el lavado de activos.
En el marco de esta iniciativa, se buscará establecer encuentros periódicos y crear un foro subregional para evaluar el progreso y funcionamiento del plan contra las armas ilegales, reforzando así el compromiso colectivo de los países firmantes para enfrentar la violencia y el crimen organizado en la región.