El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció que el gobierno de EE. UU. restablecerá la asistencia destinada a fortalecer la seguridad fronteriza y las labores de análisis de pasajeros en El Salvador. Este respaldo se centrará en dos unidades clave: el Centro Nacional de Análisis de Pasajeros (CNAP) y el Grupo de Información de Seguridad Fronteriza (CGIF), fundamentales para la detección de viajeros sospechosos y la seguridad fronteriza en el país.
Rubio explicó que esta asistencia será desbloqueada a través de una exención especial, con el fin de continuar con las operaciones de colaboración entre ambos países en temas de seguridad. Además, se mantendrá el apoyo a las unidades salvadoreñas que trabajan estrechamente con las fuerzas del orden estadounidenses, reforzando la cooperación en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico.
En cuanto a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Rubio señaló que muchas de sus funciones seguirán siendo parte integral de la política exterior de EE. UU., pero indicó que estas actividades se alinearán más estrechamente con los intereses nacionales de Estados Unidos. A pesar de la incertidumbre sobre el futuro de la USAID, Rubio no especificó los cambios exactos que se implementarán en los programas de ayuda internacional.
El anuncio de Rubio también llega en un contexto de cambios internos dentro del gobierno de EE. UU. y la suspensión de actividades en las oficinas de la USAID en Washington, que reportaron bloqueos al ingreso de sus empleados, lo que refleja la creciente controversia sobre cómo se gestionan las ayudas internacionales.