El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que firmará un decreto para eliminar lo que calificó como la «ideología transgénero» de las fuerzas armadas del país, como parte de un paquete de cuatro nuevas órdenes ejecutivas relacionadas con el ejército.

Durante una intervención ante congresistas republicanos en Miami, Trump aseguró que la medida es fundamental para asegurar que las fuerzas armadas mantengan su «fuerza de combate más letal del mundo». En su discurso, señaló que pondrá fin a la inclusión de personas transgénero en el ejército, una política implementada bajo la administración de su predecesor, el demócrata Joe Biden.

La promesa de Trump de restringir los derechos de las personas transgénero en Estados Unidos es un tema central en su agenda, y durante su campaña presidencial, había adelantado que en su primer día en el cargo buscaría eliminar lo que describió como el «delirio transgénero». De acuerdo con el Instituto Williams de la Universidad de California, aproximadamente 1,6 millones de personas mayores de 13 años se identifican como transgénero en Estados Unidos, incluidos 300,000 adolescentes, aunque no todos han iniciado terapias de transición.

Además de la prohibición en el ejército, Trump ha prometido extender a nivel federal la prohibición de terapias de transición para menores, que actualmente ya son ilegales en 26 estados. Asimismo, ha expresado su intención de impedir que las mujeres transgénero participen en deportes escolares femeninos, una prohibición vigente en varios estados gobernados por conservadores.

El presidente también reafirmó su postura sobre la definición de sexo, destacando que su gobierno solo reconocerá «dos sexos, masculino y femenino», definidos al nacer, y declaró que estas categorías son «inmodificables» y basadas en una «realidad fundamental e incontestable».

El número estimado de personas transgénero en el ejército de EE.UU. es de alrededor de 15,000, en un total de aproximadamente dos millones de miembros activos.

Por otro lado, Trump aprovechó la ocasión para reiterar su compromiso con otras políticas conservadoras, como la lucha contra lo que denominó «adoctrinamiento» de los soldados por «ideologías de extrema izquierda», refiriéndose en particular a la teoría crítica de la raza, un tema de debate intenso en el país. También prometió la reincorporación de los miembros del servicio retirados por negarse a la vacunación obligatoria contra el COVID-19, manteniendo su rango y nivel salarial.

La nominación de Pete Hegseth como secretario de Defensa fue aprobada por el Senado el viernes pasado, y al asumir oficialmente el cargo el lunes, Hegseth confirmó que el Departamento de Defensa implementará las decisiones presidenciales «sin demora y sin excepción».

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