El Kremlin ha respondido con cautela a las recientes declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien amenazó con imponer más sanciones a Rusia si no se alcanza un acuerdo rápido con Ucrania. Dmitri Peskov, portavoz del presidente ruso, aseguró que no ve «nada especialmente nuevo» en las amenazas de Trump y reiteró que Rusia está dispuesta a dialogar en términos de igualdad y respeto mutuo.
En respuesta a los comentarios de Trump, quien expresó su intención de imponer aranceles, impuestos y sanciones a los bienes vendidos por Rusia a Estados Unidos y otros países si no se llega a un acuerdo con Ucrania, Peskov subrayó que este tipo de propuestas no eran una novedad, señalando que desde su primer mandato, Trump ya había mostrado afinidad por las sanciones.
«Seguimos listos para el diálogo, un diálogo en pie de igualdad y mutuamente respetuoso», declaró el portavoz del Kremlin, quien añadió que las declaraciones del presidente Trump están siendo seguidas de cerca por las autoridades rusas.
Por su parte, Trump, en un mensaje publicado en su red social Truth Social, hizo un llamado a su homólogo ruso, Vladímir Putin, para que se llegue a un acuerdo con Ucrania lo antes posible. El presidente estadounidense advirtió que, de no haber un acuerdo rápido, impondrá medidas económicas severas a Rusia.
Trump también reiteró su compromiso de poner fin a la guerra en Ucrania, afirmando que podría lograrse «inmediatamente» si los precios del petróleo bajaran. Esta declaración recibió el apoyo del presidente ucraniano, Andriy Yermak, quien expresó en la red social X el total respaldo de Ucrania a la iniciativa de Trump de reducir el coste del petróleo, ya que considera que una limitación en los precios del crudo ruso es clave para garantizar la seguridad global.
El Kremlin depende en gran medida de las exportaciones de petróleo y gas para financiar la invasión de Ucrania, y las sanciones occidentales, incluidas las restricciones sobre los precios del petróleo ruso, han tenido un impacto significativo en su economía. Los gobiernos occidentales continúan presionando con sanciones, mientras que el diálogo sobre la guerra en Ucrania sigue siendo uno de los temas más delicados en las relaciones internacionales.