Donald Trump asumirá este lunes su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, en una ceremonia que se espera marque el inicio de una nueva era política y social para el país. Su regreso al poder genera temores entre la comunidad migrante, especialmente aquellos en situación irregular, ante la amenaza de deportaciones masivas que el presidente electo ha prometido ejecutar rápidamente.

En su discurso la víspera de la investidura, Trump aseguró que las políticas del presidente saliente, Joe Biden, serían «derogadas en cuestión de horas». En un mitin realizado en Washington, Trump señaló que al mediodía, momento en que se prevé jurará el cargo, «se cierra el telón de cuatro largos años de decadencia estadounidense».

La ceremonia no se llevará a cabo en las tradicionales escalinatas exteriores del Capitolio debido al frío extremo, sino en su interior, similar a lo que ocurrió durante la investidura de Ronald Reagan en 1985. Trump jurará «proteger la Constitución» con una biblia heredada de su madre, en el mismo lugar donde sus partidarios intentaron impedir la certificación de la victoria de Biden el 6 de enero de 2021.

El evento contará con la presencia de figuras destacadas, como los magnates tecnológicos Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos, así como los expresidentes Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama.

Trump llega a la Casa Blanca con una agenda centrada en lo que denomina una «edad de oro» para Estados Unidos. En su discurso, el presidente electo subrayó su intención de actuar con «una velocidad y fuerza históricas» para «detener la invasión de fronteras» y dar un golpe definitivo a la inmigración ilegal. Aseguró que su administración priorizará la construcción del país, la defensa de las fronteras y la protección de los ciudadanos estadounidenses.

La comunidad internacional, y especialmente las organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes, han expresado su preocupación por los planes de Trump, que incluyen medidas drásticas como la declaración de emergencia en la frontera con México y la designación de los carteles del narcotráfico como organizaciones terroristas extranjeras. Además, el restablecimiento del programa ‘Quédate en México’ para los solicitantes de asilo en Estados Unidos ha sido una de sus promesas clave.

A nivel global, la victoria de Trump ha tenido un impacto significativo, fortaleciendo a la derecha radical en distintos países. Líderes como la primera ministra italiana Giorgia Meloni y el presidente argentino Javier Milei asistirán a la investidura, desafiando las convenciones diplomáticas de no invitar a líderes extranjeros.

Por su parte, la administración de Joe Biden se enfrenta a la humillación de entregar el poder a un presidente que se negó a reconocer su derrota en 2020. Aunque Biden ha orquestado una transición civilizada, la relación entre ambos sigue marcada por la desconfianza y la falta de cordialidad.

El dispositivo de seguridad será reforzado, dado el contexto de amenazas contra Trump, quien ha sido blanco de intentos de asesinato durante su campaña. Tras el discurso inaugural, el nuevo presidente participará en el tradicional desfile por las calles de Washington, que se realizará en un pabellón cubierto debido a las condiciones climáticas extremas, y la jornada concluirá con una serie de bailes oficiales.

Con un Congreso de mayoría republicana y una Corte Suprema alineada con su visión política, Trump está listo para implementar sus reformas, mientras su influencia dentro del Partido Republicano sigue siendo incuestionable. Sin embargo, el presidente también enfrenta la realidad de que su carrera electoral podría estar llegando a su fin, a menos que logre desafiar las restricciones constitucionales que limitan a dos los mandatos presidenciales consecutivos.

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